Rayco Ramírez, presidente del Club de Lucha Unión Gáldar, quien afirma que este deporte cumple una triple función: deportiva, cultural y social.
El municipio de Gáldar convierte la lucha canaria en una herramienta de integración para menores migrantes no acompañados. Así lo explica Rayco Ramírez, presidente del Club de Lucha Unión Gáldar, quien afirma que este deporte cumple una triple función: deportiva, cultural y social. «Desde que comenzamos con esta iniciativa, justo antes de la pandemia, tuvimos claro que estábamos ante algo más que un proyecto deportivo», asegura.
Jóvenes luchadores con historias de superación
Actualmente, el club acoge a nueve chicos migrantes, en su mayoría procedentes de Senegal y Mauritania. Algunos de ellos, como Manzú Sonco y Virán Indiaye, ya han sido convocados por la selección juvenil de Gran Canaria y han logrado títulos individuales en torneos regionales. Ramírez relata que muchos practicaban en sus países una modalidad similar, la lucha senegalesa, lo que facilita su adaptación al estilo canario.
Aprendizaje mutuo y convivencia cultural
El presidente destaca que esta iniciativa también ha enriquecido al propio club. «Ellos nos enseñan muchas cosas», dice. El respeto por sus costumbres, como el Ramadán o las restricciones alimentarias, ha fomentado una convivencia basada en el entendimiento mutuo. «Hemos aprendido a organizar entrenamientos y competiciones teniendo en cuenta su cultura, y eso nos ha hecho mejores como grupo», subraya.
Compromiso personal y continuidad
Ramírez ha asumido incluso el rol de tutor de algunos jóvenes tras cumplir la mayoría de edad. «Cuando ya no podían seguir en el centro, los empadronamos en casa, les buscamos trabajo… Ahora están integrados y con empleo estable en Gáldar», relata emocionado. La experiencia ha sido tan positiva que otros clubes como el Castro Morales de Telde o el San Bartolomé de Tirajana han replicado la iniciativa.
La lucha canaria recupera fuerza
Más allá de este caso concreto, Ramírez celebra el buen momento que vive la lucha canaria en toda la isla. «La final a cuatro del Torneo Iza Gobierno de Canarias reunió a más de 3.000 personas en Vecindario», señala. Además, destaca el impacto del proyecto Escuelas de Lucha Canaria, que en su octava edición ha llegado a más de 38.000 escolares de Gran Canaria.
Futuro con raíces
El presidente del Club de Lucha Unión Gáldar concluye que es necesario aprovechar el impulso actual para seguir visibilizando este deporte autóctono. «La lucha canaria es cultura, es identidad y es también una vía de integración social», resume. Y recuerda que todo empezó con una puerta abierta. «Solo había que mirar a esos chicos a los ojos para saber que había que actuar».