Un verano para tomar el sol sin sufrir en el intento

Protector solar sobre la piel | PIXABAY

Protector solar sobre la piel | PIXABAY

Jéssica González Ramos, jefa del servicio de Dermatología de Hospitales Universitarios San Roque en Las Palmas, nos proporciona las claves para evitar desde las quemaduras a los cánceres de piel.

El sol produce muchos muchos beneficios, como el aumento de la vitamina D, los efectos sobre el ánimo o la relajación muscular, pero también consecuencias graves, desde las simples arrugas al cáncer de piel y el melanoma, según alerta Jéssica González Ramos, jefa del servicio de Dermatología de Hospitales Universitarios San Roque (HUSR) en Las Palmas. 

Estas consecuencias son más graves en personas de piel clara, con antecedentes familiares o con múltiples lunares, las cuales deben recurrir con más intensidad a las distintas medidas para protegerse de los rayos solares.

Protecciones solares

González recuerda que hay dos tipos de protección. La más elemental y primaria es la física, por medio de cubrirse la cabeza con sombreros de ala ancha y usar gafas homologadas. Después está la vía tópica a base de cremas, en las cuales es preciso comprobar su eficacia ante las radiaciones ultravioletas, su resistencia al agua y que sean de un nivel adecuado de protección: no menor de 30 y superior a 50 para pieles sensibles.

Estas cremas pueden ser de origen mineral, que hacen efecto espejo y no se absorben por la piel,  o de componentes químicos, que tienen un pequeño riesgo de alergia pero son igualmente efectivas. Asimismo se dispone de protectores orales, que se utilizan para determinadas personas y que están hechos a base de plantas. Deben tomarse desde antes del verano hasta la finalización de la estación, pero en ningún caso sustituyen a las otras medidas de protección.

Factores de riesgo

Las personas que tengan factores de riesgo, señala la especialista, deben realizarse revisiones médicas para observar la evolución de los lunares. Además, se ha de tener especial cuidado con los niños, que tienen la piel muy vulnerable porque no han desarrollado la inmunidad, “por eso los menores de seis meses deben ser protegidos del sol”. Además, se debe recurrir al uso de cremas ‘aftersun’, darse duchas de agua dulce y cambiarse la ropa de baño.

Hidratación

No menos importante es asegurar la hidratación, beber agua aunque no se tenga sed, evitar el alcohol y el tabaco y mantener una dieta rica en frutas y verduras. Asimismo, HUSR dispone de técnicas como la mesoterapia, con la inyección de ácido hialurónico en la dermis para hidratar la piel, dar luminosidad y eliminar algunas arrugas.

El bronceado

La especialista señala que cualquier grado de bronceado significa una radiación, pero si esta es gradual no es tan perjudicial como las exposiciones bruscas e intensas. Además se puede recurrir a autobronceadores, que tiñen la capa superficial de la piel.