El presidente de ANPE Canarias reclama más medios, profesionales cualificados y medidas realistas para atender la diversidad y frenar el malestar en las aulas.
Pedro Crespo, presidente de ANPE Canarias, advierte de que la comunidad educativa vive una situación «muy delicada» ante el aumento de casos de acoso escolar y riesgo suicida entre el alumnado. Aunque valora que se hayan puesto en marcha protocolos específicos, Crespo critica abiertamente que el protocolo contra el suicidio, aplicado por primera vez este curso, no haya sido negociado con los sindicatos y presente «graves deficiencias». Asegura que «es un documento engorroso, con tiempos poco realistas, instrucciones confusas y anexos excesivos», pero, sobre todo, que «atribuye al profesorado funciones diagnósticas que competen a profesionales sanitarios».
«Somos docentes, no psiquiatras ni psicólogos clínicos»
Desde ANPE, insisten en que el profesorado está comprometido con la detección de comportamientos preocupantes, pero carece de la formación y herramientas necesarias para evaluar riesgos con la profundidad que exige una situación de ideación suicida. «Somos docentes, no psiquiatras ni psicólogos clínicos. Detectamos señales, pero no podemos asumir más allá», afirma Crespo. En este sentido, pide que el protocolo permita una activación más rápida de los servicios especializados, sin sobrecargar al profesorado con responsabilidades para las que no está preparado.
En relación con los casos de acoso escolar, ANPE distingue entre ambos protocolos y asegura que el mecanismo de actuación en estos casos está más asentado. Según Crespo, los equipos especializados que se desplazan a los centros permiten revertir muchas situaciones de acoso. Sin embargo, reconoce que en algunos casos se llega a decisiones no deseables como el traslado del alumnado afectado. «Aunque sea un solo caso, ya es grave», apunta, y asegura que el sindicato recibe cada vez más comunicaciones de centros preocupados por no saber cómo actuar con claridad, especialmente en situaciones vinculadas al suicidio.
Para Crespo, estas medidas no son un lujo, sino una condición imprescindible para sostener un sistema educativo inclusivo y humano: «Estamos hablando de situaciones extremadamente sensibles, que requieren una respuesta ágil, coordinada y especializada. Y eso empieza por respetar el papel de cada profesional y dotar a los centros de lo que necesitan». Concluye que ANPE Canarias seguirá trabajando desde el diálogo, pero sin renunciar a denunciar lo que no funciona: «El bienestar del alumnado y del profesorado no puede depender de protocolos mal diseñados ni de medidas sin respaldo».
Atención a la diversidad y dignificar la labor docente
Crespo también valora el paquete de medidas presentado por la Consejería para reforzar la atención a la diversidad y dignificar la labor docente, aunque recuerda que aún se encuentra en fase de borrador. Subraya que en el curso 2023–2024 se registraron 2.500 casos más de alumnado con necesidades respecto al año anterior, y que en los últimos cuatro años ese tipo de situaciones han aumentado un 30%. «La inclusión debe ser real, y para eso hacen falta medios. No basta con buena voluntad», sostiene. Explica que la presencia de alumnado con discapacidad en aulas ordinarias puede ser compatible con los centros de educación especial y las aulas enclave, pero solo si se refuerzan los apoyos al profesorado: «El mismo docente tiene que atender a 25 alumnos y, al mismo tiempo, a uno o dos con necesidades complejas. Eso genera impotencia y desgaste si no se cuenta con recursos».
Nueva sede de ANPE
En un momento en que los desafíos educativos exigen respuestas urgentes, Crespo celebra también una noticia positiva para el sindicato: la apertura de una nueva sede de ANPE en la avenida Rafael Cabrera de Las Palmas de Gran Canaria. «Refleja el crecimiento del sindicato y responde a una necesidad real de nuestros afiliados», explica. El espacio servirá para ofrecer atención jurídica, asesoramiento, formación y acompañamiento en todos los procedimientos que afectan a los docentes.