Loueila Mint El Mamy: «Humanizar es asegurar que las personas puedan desarrollar su vida en sus países de origen»

Loueila Mint El Mamy | Foto: Parlamento de Canarias

Loueila Mint El Mamy | Foto: Parlamento de Canarias

La letrada especializada en extranjería y activista recalca que existen mecanismos legales para proteger a los que llegan a las islas buscando un futuro mejor.

La letrada especializada en extranjería y activista, Loueila Mint El Mamy, afirma que humanizar la inmigración significa, por un lado, asegurar que las personas puedan desarrollar su vida, con la suficiente dignidad, en sus países de origen, y, por otro, permitiéndoles acceder al estatus de refugiado o regularizando su situación cuando abandonan sus países para conseguir una vida mejor.

Esta es la tesis que Mint defendió en las recientemente celebradas Jornadas Conecta Canarias-Europa celebradas en el Parlamento de Canarias. Allí señaló que no se puede hablar de una visión humanitaria de los procesos migratorios si no se facilita que las personas puedan desarrollar su vida en sus países de origen, porque cuando los migrantes deciden abandonar el país es porque no encuentran allí un futuro. 

A este respecto, indica que lo que hacemos en la vida cotidiana tiene un impacto en la vida de muchas personas, como sucede en Senegal, donde las personas no pueden disfrutar de un pescado que está en sus aguas pero que se exporta a otros países, sin que ellos vean beneficio alguno.

Regularizar la migración

Cuando las personas abandonan sus países por necesidad, la humanización consiste en permitirles un acceso legal al lugar donde quieren llegar. Asegura que la ley tiene mecanismos para acogerse al estatus de refugiado «y humanizar se trata también de eso». 

Señala la complejidad de tramitar un visado de una persona en Cuba, que tiene a su madre en España. Esto, recalca, es dificultar el derecho de las personas a emigrar y obligarlos a utilizar rutas alternativas, «que solo sirven para deshumanizarlos». 

Señala que, de esta forma, se crea un escenario muy complejo, de personas que quieren trabajar, pero que no lo pueden hacer hasta que pasen tres años, «por lo que quedan en situación administrativa irregular y en la economía sumergida».