Ley de Bienestar Animal: un avance hacia el reconocimiento de los animales de compañía

La ley requiere para su pleno desarrollo de la publicación de un reglamento que regule los casos concretos | Foto: Pixabay

La ley requiere para su pleno desarrollo de la publicación de un reglamento que regule los casos concretos | Foto: Pixabay

Manuel Zumbado, profesor titular de veterinaria legal y deontología veterinaria de la ULPGC, señala los beneficios de la disposición y también algunas de sus dificultades.

La reciente entrada en vigor de la Ley de Protección y Bienestar Animal ha generado no pocas controversias, pero, como señala Manuel Zumbado, profesor titular de veterinaria legal y deontología veterinaria de la ULPGC, son más las exageraciones que la realidad de la norma.

Señala que la ley concede a los animales de compañía un estatus distinto al anterior, pues ahora ya no pueden ser considerados como simples objetos, sino como «seres sintientes». Se trata, apunta, de evitar la lacra del abandono de animales de compañía, que en el último año alcanzó las 300.000. Asimismo, la ley trata de poner freno a la concentración de animales, como las colonias de gatos abandonados. 

Seguro obligatorio

La ley requiere para su pleno desarrollo de la publicación de un reglamento que regule los casos concretos. Así, en el caso del seguro obligatorio para animales, Zumbado señala que siempre ha existido ese instrumento, y el que prevé la ley no tiene un coste más allá de los 25 euros anuales, «lo cual no puede ser un hándicap para alguien que quiera tener un animal». En cualquier caso, aún no es obligatorio para la generalidad, sino solo para los animales potencialmente peligrosos. Recuerda que la Comunidad canaria establece condiciones más estrictas para estos animales.

Animales a las puertas de los comercios

Zumbado señala que lo que no necesita desarrollo reglamentario es la prohibición de dejar a los animales amarrados a las puertas de los centros comerciales. Indica que, lo normal, es que si vamos a un lugar que no deja entrar a los perros, no los llevemos.

Apunta que, hasta ahora, hemos visto casos de perros a la intemperie o dentro de los coches durante horas con las condiciones de calor que estamos sufriendo en los últimos tiempos. Asimismo, entiende que los agentes de la autoridad tendrán que tener flexibilidad cuando se trata del poco tiempo que se tarda en ir a una farmacia o a una pequeña compra.