El presidente de la Denominación de Origen Protegida Islas Canarias–Canary Wine, Juan Jesús Méndez, explica que la cosecha llega «muy irregular» según comarcas tras «siete años de sequía acumulada».
La vendimia entra «esta semana» en su fase de cierre, con las últimas entregas en bodega procedentes de las zonas más altas. El presidente de la Denominación de Origen Protegida Islas Canarias–Canary Wine, Juan Jesús Méndez, explica que la cosecha llega «muy irregular» según comarcas tras «siete años de sequía acumulada». Las lluvias de este ejercicio han devuelto vigor a las plantas, pero «no se ha visto reflejado en producción» y ese efecto positivo «lo recogeremos el próximo año», afirma.
Un 40% menos de uva en promedio
A escala regional, los primeros datos sitúan la merma «en torno a un 40%» respecto a campañas anteriores, con notables diferencias entre islas y altitudes. «Hay zonas mucho más afectadas por la sequía», resume Méndez, que pide leer la cifra en clave de resiliencia: la capacidad de respuesta del viñedo canario dependerá de cómo se consolide la recuperación vegetativa de los últimos meses.
Filoxera: casos acotados y solo en hoja
Sobre la filoxera, el dirigente precisa que las detecciones se concentran «solo en Tenerife» y «en determinadas zonas de la isla», con presencia del insecto «exclusivamente en hojas», no en raíces, que es «donde realmente es peligroso». Cita focos en Valle de Guerra (La Laguna) y alguna planta dispersa en La Orotava, mientras que «por el norte, en La Guancha», área de su bodega, «no se ha detectado» por ahora. Advierte, no obstante, de la incertidumbre: «No sabemos si por nuestras condiciones climáticas puede vivir todo el año arriba» sin necesidad de refugiarse en el suelo.
Críticas a las restricciones: «excesivamente leoninas»
Méndez cuestiona las limitaciones impuestas al movimiento de uva entre islas —«se impidió mover uva de La Gomera, El Hierro o La Palma a Tenerife»— por entender que «no se justifican». «A nivel científico, la uva no es un vector determinante; el vector es el viento», subraya, y califica las medidas de «excesivamente leoninas» por su impacto en la operativa de bodegas amparadas bajo el concepto de «vino de región». «Han perjudicado a muchas empresas» sin evidencia de beneficio sanitario equivalente, sostiene.
Convivir y contener: del saneamiento varietal al patrón americano
El presidente de la DOP llama a «medidas de contención» realistas y proporcionadas. «En ningún sitio del mundo donde ha entrado se ha logrado erradicar» la filoxera —recuerda casos de Europa, California o Australia—, por lo que propone actuar «sin dañar el tejido productivo»: evitar el transporte de material vegetal con raíces en zonas afectadas, eliminar plantas puntuales para frenar la dispersión, y «trabajar intensamente en el saneamiento» del rico patrimonio varietal canario. En su hoja de ruta contempla preservar viñedos en pie franco «allí donde los suelos volcánicos jóvenes probablemente los protejan» y, cuando no sea posible, «plantar con patrón americano», resistente al insecto. El horizonte de evolución, estima, es «de 5 a 10 años», tiempo «para adaptarnos» con planificación.
2026 en el punto de mira: menos ruido y más coordinación
Mirando a la próxima campaña, Méndez liga la recuperación a la climatología y a una «coordinación administrativa» que priorice la proporcionalidad de las medidas. «Habrá que ver cómo evoluciona la plaga: si se queda en fase gallícola (en hoja) no habrá problema; si baja a raíz, exigirá cambios más profundos», apunta. En todo caso, reivindica proteger «uno de los patrimonios varietales más interesantes del mundo» y mantener la actividad con certezas: «Medidas sí, pero con rigor y sin paralizar al sector», concluye.