La salud bucodental, pilar clave para prevenir enfermedades graves

Campaña de salud bucodental del Gobierno de Canarias

Campaña de salud bucodental del Gobierno de Canarias

Gladys Gómez, médica especialista en estomatología y técnica del Servicio de Promoción de la Salud de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, señala que una mala higiene oral se relaciona con dolencias cardiovasculares, diabetes e incluso glaucoma.

Gladys Gómez, médica especialista en estomatología y técnica del Servicio de Promoción de la Salud de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, advierte que la salud bucodental sigue sin ocupar el lugar que merece en la conciencia ciudadana. «Una mala higiene oral se relaciona con dolencias cardiovasculares, diabetes e incluso glaucoma», señala. La especialista insiste en que las visitas al dentista no deben limitarse a corregir problemas, sino a prevenirlos desde los primeros años de vida.

Prevenir desde el primer diente

Gómez es categórica al afirmar que el cuidado dental debe comenzar desde la aparición del primer diente. «Desde que aparece el primer diente, hay que llevar al niño al dentista», subraya. En esa primera consulta, el profesional valora el riesgo de caries y determina la frecuencia de visitas en función del perfil individual. No se trata de acudir una vez al año de forma rutinaria, sino de adaptar las revisiones al nivel de riesgo. Este enfoque ya se ha incorporado en Canarias, donde los menores de seis años también tienen acceso al seguimiento bucodental desde los centros de salud.

Caries infantil: un problema que no cede

Uno de los datos más preocupantes que expone la experta es que la caries dental en niños pequeños no ha disminuido en España. «La caries en niños de 0 a 5 años no ha disminuido en España», advierte. Atribuye esta tendencia a la falta de intervención precoz en ese grupo de edad. A ello se suma el hecho de que ciertos hábitos, como el uso prolongado del chupete o la succión del dedo, pueden generar maloclusiones que luego exigen tratamientos más complejos en la adolescencia.

Cepillado y flúor, las claves del cuidado

Para la doctora Gómez, el cepillado es indispensable, pero no basta con hacerlo: hay que hacerlo bien. «Un mínimo de dos veces al día, y siempre antes de acostarse», indica. Considera fundamental el uso del hilo dental, especialmente en los espacios interdentales donde el cepillo no llega. También subraya la importancia de elegir la pasta adecuada: «En niños menores de seis años debe tener mil partes por millón de flúor; a partir de esa edad, 1.450». Advierte que la cantidad también importa: «Hasta los tres años, un grano de arroz; después, el tamaño de un guisante».

De la higiene dental a la salud pública

La estomatóloga recuerda que una buena salud bucodental previene no solo caries o gingivitis, sino también enfermedades periodontales graves en la edad adulta. «La higiene oral ya se considera un factor de riesgo comparable al tabaco o al alcohol en el desarrollo de enfermedades crónicas», asegura. En niños, las afecciones más comunes son la caries y la gingivitis. En adultos, la situación se agrava con la aparición de periodontitis, una patología que puede implicar la pérdida de piezas dentales si no se trata a tiempo.

Nuevas estrategias educativas: Cepillín Cepillán

Para mejorar los hábitos de higiene desde la infancia, la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias lanza el programa «Cepillín Cepillán», dirigido a menores de seis años. La estrategia se basa en actividades interactivas que combinan movimiento, juego y aprendizaje. «Los niños no deben limitarse a hacer rayitas en el pupitre, sino moverse y aprender a través de la acción», afirma Gómez. La idea es que los hábitos se consoliden desde la etapa preescolar con el apoyo de docentes y familias.

Menos miedo, más prevención

¿Por qué sigue generando tanto rechazo acudir al dentista? Gómez lo atribuye al arraigo cultural del dolor dental, pero insiste en que ese miedo es infundado si se adoptan hábitos preventivos desde la infancia. «Hay que desmitificar la figura del dentista y acudir incluso con la boca sana», concluye. Su mensaje es claro: una correcta salud oral evita tratamientos costosos, mejora la calidad de vida y actúa como escudo frente a enfermedades que, en apariencia, nada tienen que ver con la boca.