Juan Jesús Méndez: «Los vinos de Canarias ya no necesitan presentación»

Juan jesús Méndez | Foto: Bodegas Viñátigo

Juan jesús Méndez | Foto: Bodegas Viñátigo

El presidente de la Denominación de Origen Protegida Islas Canarias–Canary Wine celebra el reconocimiento internacional a Bodegas Viñátigo y defiende el nuevo modelo de denominación de origen.

Juan Jesús Méndez, presidente de la Denominación de Origen Protegida Islas Canarias–Canary Wine y propietario de Bodegas Viñátigo, ha sido distinguido como «leyenda de la enología» por el reputado crítico británico Tim Atkin, una de las voces más influyentes del panorama vinícola mundial. Méndez valora el reconocimiento como «una gran satisfacción» que culmina décadas de trabajo familiar y apuesta por la excelencia: «Viene de una figura indiscutible del vino, y eso lo convierte en algo muy especial».

Transformación del sector

Con más de treinta años dedicados a la vitivinicultura, Méndez ha sido testigo directo de una evolución drástica del sector. «Hace años, el vino de Canarias apenas tenía presencia fuera del archipiélago. Hoy competimos a escala internacional con identidad propia», afirma. El cambio, según destaca, ha sido integral: mejoras agronómicas, sostenibilidad, formación técnica y una nueva percepción del producto, que ya no es visto como un complemento, sino como una experiencia gastronómica de alto nivel.

Una herramienta útil para exportar

Una de las claves de esta evolución ha sido la creación de la Denominación de Origen Islas Canarias, un proyecto inicialmente controvertido que, con el tiempo, ha demostrado su eficacia. «Era necesario romper con el marco insular y construir una herramienta útil para la exportación y el reconocimiento global», explica Méndez. El nuevo sistema, inspirado en modelos como el de Borgoña, permite clasificar los vinos según origen geográfico y condiciones específicas, reforzando su trazabilidad y diferenciación.

De la desconfianza al consenso

El modelo insular, que dividía las producciones por islas, se ha revelado insuficiente ante los retos del mercado exterior. «Al principio hubo resistencia, pero hoy nadie discute que el sistema actual es más útil», afirma Méndez. La denominación Islas Canarias ha facilitado la visibilidad del vino canario en concursos, ferias y canales de distribución, y ha aportado un marco de referencia común para viticultores y consumidores.

Una diversidad enológica única

Méndez subraya que uno de los mayores patrimonios del archipiélago es su diversidad: «Cada isla tiene características únicas, suelos volcánicos distintos, variedades autóctonas, microclimas…». Esta riqueza se expresa en una gama de vinos con perfiles muy diferenciados. Desde los blancos minerales de El Hierro hasta los tintos de La Palma o los malvasías de Lanzarote, el presidente de la DOP considera que «no hace falta salir de Canarias para encontrar vinos singulares y de altísima calidad».

Un futuro consolidado

Para Méndez, el sector vive un momento de madurez y consolidación. «Los vinos de Canarias ya no necesitan presentación. Hemos demostrado que podemos estar al nivel de los mejores», asegura. El reconocimiento de Tim Atkin es una prueba de ello, pero también lo son los nuevos consumidores, que valoran la autenticidad y la procedencia. «La historia del vino canario es de más de cinco siglos. Lo que hacemos ahora es honrarla con innovación y respeto», concluye.