El HUC estrena una Unidad de Hospitalización Breve Infanto-Juvenil para pacientes de Salud Mental

Habitación de la Unidad Infanto-Juvenil del HUC | Foto: Gobierno de Canarias

Habitación de la Unidad Infanto-Juvenil del HUC | Foto: Gobierno de Canarias

Hablamos con Natalia Casanova, psiquiatra de la unidad infanto juvenil del Hospital Universitario de Canarias, sobre una unidad que ofrece atención psiquiátrica continuada e intensiva a pacientes de la franja de 12 a 17 años.

El Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (HUC) ha puesto en marcha una Unidad Infanto-Juvenil (UHB) de Salud Mental, un dispositivo hospitalario que ofrece atención psiquiátrica continua e intensiva a pacientes de la franja de 12 a 17 años, con trastornos mentales agudos que no sean susceptibles de atención y tratamiento ambulatorio.

Se trata de una planta de hospitalización de 375 metros cuadrados independiente del resto de pacientes pediátricos, ubicada en la segunda planta del edificio de hospitalización. Dispone de once camas, cinco habitaciones dobles y una individual, salas polivalentes para actividades e intervenciones terapéuticas, áreas de Enfermería, comedor, office, despachos médicos y otros servicios.

El equipo de profesionales que trabajan en esta Unidad está formada por una psiquiatra, un psicólogo,una terapeuta ocupacional, un supervisor, once enfermeras y once auxiliares de Enfermería.

Las obras, que han supuesto la inversión de 80.742 euros, han permitido adecuar esta planta de hospitalización, antes de Nefrología que actualmente se encuentra en el área de Hospitalización Cuerpo D. Los trabajos realizados permitieron mejorar las instalaciones y las telecomunicaciones, entre otros.

Atención intensiva y específica

La hospitalización en las Unidades se realiza cuando el paciente presenta cuadros clínicos agudos, que requieren atención intensiva y específica durante las 24 horas del día. Está indicada en aquellas situaciones en las que un paciente, generalmente con un trastorno mental grave, no pueda ser abordado, por su clínica, desde un régimen de tratamiento y seguimiento ambulatorio, siendo preciso, por tanto, un ingreso hospitalario.

Los diagnósticos más frecuentes de los pacientes ingresados son: trastornos de la conducta alimentaria, la desregulación emocional con autolesiones y la conducta suicida.

El objetivo principal del ingreso es la estabilización y/o mejoría clínica suficiente, que permita el seguimiento ambulatorio. Esto se realiza a través de una intervención interdisciplinar que permita restaurar un funcionamiento psicosocial normalizado a la mayor brevedad posible.

Cada año se atienden a más de sesenta pacientes en el HUC, lo que hacía necesario una Unidad de este tipo. Con la apertura de esta Unidad se ofrece a los pacientes una atención personalizada, con alta especialización y basada en la evidencia científica. Está liderada por un equipo joven, motivado y con experiencia. Esta Unidad busca con la que intervención grupal, individual y familiar la mejoría de los pacientes y su vuelta a su entorno la más rápido posible.