Tenerife liderará el programa de selección de la abeja negra

Reunión de la mesa de la miel | Foto: Cabildo de Tenerife

Reunión de la mesa de la miel | Foto: Cabildo de Tenerife

Juan Jesús Ramos, presidente de la asociación de apicultores del norte de la isla, considera que sin la ayuda de las administraciones no será viable un sector con escasez de profesionales.

El Cabildo de Tenerife liderará el programa de selección y mejora de la abeja negra, especie endémica del archipiélago. La abeja negra -conocida así por su aspecto oscuro que contrasta con abejas de otras latitudes-, existía tradicionalmente de manera salvaje en el medio natural gracias a su adaptación al entorno y al clima canario, y ha pasado a ser parte integrante de la biodiversidad específica de las islas. El sector apícola lleva años trabajando en sus colmenas para evitar su desaparición, y este programa, liderado por el Cabildo, espera mejorar la fertilidad, analizar sus características y reducir posibles enfermedades. 

Mesa de Apicultura de Tenerife

Así se expuso durante la celebración de la Mesa de Apicultura de Tenerife, un órgano que reúne a los principales representantes del sector de la miel de la isla para estudiar y planificar las propuestas y medidas para este año. La reunión contó con la participación de  Apiten, Abecan, ADS Abecan, Asociación Apícola de Isora, Asociación Apícola Canaria, ATA y Asociación Apícola del Norte de Tenerife. Este órgano hacía muchos años que no se reunía, como señala Juan Jesús Ramos, presidente de la asociación de apicultores del norte de Tenerife. 

Mayor implicación de las administraciones

La Mesa Insular de la Apicultura no se convocaba desde el año 2015, y el Cabildo apostó por su recuperación en 2020, como órgano de consulta y de debate, y viene siendo de gran utilidad para conocer las demandas de los distintos colectivos del sector, para el desarrollo de políticas efectivas y realistas en el ámbito de la apicultura. 

Juan Jesús Ramos señala que hace unos años, el Gobierno de Canarias puso en marcha un estudio sobre la abeja canaria, en el que se detectó que la mayor pureza se encontraba en la isla de La Palma. No obstante, el trabajo “se quedó por el camino” y ahora no se dispone de criadores que suministren las abejas. Por eso considera que hace falta mayor implicación de las administraciones.