Crece el sentir antifeminista y el discurso negacionista de la violencia entre los adolescentes

Cartel alertando de la violencia machista

Cartel alertando de la violencia machista

Ana San Martin, subdirectora del Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud de la fundación FAD Juventud, señala que las cifras se han duplicado en dos años y considera que «hay mucho trabajo por hacer».

Un 20% de los jóvenes españoles, sobre todo hombres, niega o minimiza la importancia de la violencia de género, una cifra que se ha doblado en apenas dos años, según señala Ana San Martin, subdirectora del Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud de la fundación FAD Juventud.

«Culpables hasta que se demuestre lo contrario»

En vista de estos datos, el Centro Reina Sofía se decidió a investigar qué se esconde detrás de estas cifras y tendencia y organizó una serie de talleres en centros escolares con jóvenes entre catorce y diecisiete años.

La idea principal que captaron los investigadores, y que da título al informe es «Culpables hasta que se demuestre lo contrario», que es algo que los jóvenes repiten «machaconamente» para expresar la idea de que, en la actualidad, los hombres tienen que demostrar su inocencia en los casos de violencia de género: «Les dan la vuelta a la idea y ponen a los hombres como las víctimas de la violencia», una idea que, incluso, comparten muchas chicas.

Un «despiste» generalizado

Se trata, señala San Martin, de un «despiste muy generalizado» entre los jóvenes debido a los discursos inconexos que recogen de las redes sociales, así como su comprensión sobre temas como el consentimiento, en los que recurren al tópico del documento firmado.

Señala que, sin embargo, cuando hablan de temas personales, el discurso cambia, y ya no se basa en esos mitos, sino que se muestran más comprensivos sobre la gravedad de la violencia de género. La experta afirma que esto demuestra que hay aún mucho trabajo que hacer, sobre todo en que los hombres, para que no se sientan señalados y, de esta manera, dejen de involucrarse en un problema que afecta de forma extremadamente grave a la vida de las mujeres.