David Plunio, miembro de la Junta Directiva y responsable de voluntariado, nota un pequeño descenso en las donaciones, «pero seguimos llegando a todas las familias que acuden».
La tradicional campaña solidaria de la Casa de Galicia, +Q Reyes, vuelve a movilizar a la ciudadanía de Las Palmas de Gran Canaria con un objetivo claro: que ningún niño ni niña se quede sin su regalo la noche del 5 de enero. La iniciativa, que permanecerá activa hasta el 30 de diciembre, recibe este año un refuerzo institucional por parte del Ayuntamiento capitalino, cuyas cinco oficinas de distrito vuelven a habilitarse como puntos de recogida. «Se nota un ligero descenso en las donaciones», reconoce David Plunio, miembro de la Junta Directiva y responsable de voluntariado, «pero seguimos llegando a todas las familias que acuden».
Donaciones nuevas y dos vías de colaboración
La entidad recuerda que los juguetes deben ser nuevos, una decisión adoptada hace años para garantizar la igualdad y dignidad de los menores. La ciudadanía puede colaborar de dos formas: adquiriendo un juguete y entregándolo en la sede de la Casa de Galicia —en la calle Salvador Cuyás, 8— o en cualquiera de las oficinas municipales de distrito; o bien realizando una aportación económica en la cuenta solidaria habilitada por la asociación. «Hay quien prefiere donar sin comprar el juguete, y también es muy bienvenido», explica Plunio.
Un volumen de familias creciente y una logística intensa
El año pasado la campaña atendió a más de 2.400 familias y cerca de 4.000 menores en toda la isla, cifras que este año podrían igualarse o incluso superarse. Este incremento, unido a un ritmo de donaciones algo más lento, genera cierta tensión: «A veces no sabemos si llegaremos, pero lo conseguimos», afirma Plunio. La actividad diaria combina descargas, clasificación, almacenamiento y entrega, un proceso que describe como «un lío bueno», porque refleja el dinamismo de la llegada de juguetes y el compromiso del voluntariado.
Un equipo de 90 voluntarios sosteniendo la campaña
La Casa de Galicia cuenta este año con cerca de 90 personas voluntarias, que acuden en los tiempos que pueden para colaborar con la cadena de trabajo. «Es un cúmulo de emociones», relata Plunio: el nervio de no saber si habrá suficientes regalos, el esfuerzo físico de la organización y, sobre todo, la satisfacción de ver a las familias salir felices. Para el equipo, ese momento justifica todo el trabajo de semanas y marca el espíritu que ha hecho de la campaña un referente social durante décadas.
El temporal obliga a suspender el gran acto en Santa Ana
La lluvia y el viento del reciente temporal impidieron la celebración de la gran recogida prevista en la plaza de Santa Ana, uno de los eventos más simbólicos de la campaña. Aún no se sabe si el acto podrá reprogramarse, pero la suspensión no ha frenado el trabajo interior de la entidad ni la entrada de juguetes a través de los puntos permanentes. «Seguimos adelante como cada año», asegura Plunio, confiado en que la respuesta social vuelva a ser decisiva.
Un llamamiento final a la solidaridad
Con la campaña ya en marcha, la Casa de Galicia y su equipo de voluntariado reiteran la invitación a colaborar para que los Reyes Magos puedan cumplir en la ciudad su misión más especial. «Solo hace falta buena voluntad y un juguete nuevo», resume Plunio. Cada aportación —añaden— contribuye a sostener una tradición solidaria que desde hace más de siete décadas garantiza que la noche del 5 de enero sea, para todos los niños y niñas, verdaderamente mágica.