➤ «La huelga fue un éxito sin precedentes y desmontó el relato empresarial de violencia» ➤ «Los salarios más altos del turismo en España están en las cadenas hoteleras del sur de Tenerife» ➤ «Ahora mismo no hay preacuerdo alguno; todo está condicionado por la sentencia sobre la antigüedad»
La crisis abierta en el sector turístico de la provincia de Santa Cruz de Tenerife sigue sin resolverse tras el fracaso del preacuerdo alcanzado en vísperas de la huelga de Semana Santa. Manuel Fitas, secretario general de Sindicalistas de Base, asegura que «si el 2% adicional se hubiera aplicado a todos los trabajadores, incluido a quienes están amparados por pactos salariales, hoy habría acuerdo». La falta de voluntad de la patronal para generalizar esa mejora fue, a su juicio, el detonante del rechazo del preacuerdo por parte de la mayoría de los trabajadores y la consiguiente convocatoria de huelga.
La mediación de Clavijo «llegó tarde»
El conflicto estalló después de que una propuesta impulsada en el último minuto por el presidente del Gobierno de Canarias no lograra evitar el paro. «Llegó tarde», afirma Fitas, quien insiste en que su sindicato, pese a ser ampliamente mayoritario, decidió compartir la negociación con todo el comité de huelga, incluidas las organizaciones minoritarias. El resultado fue una votación democrática entre la plantilla que rechazó el preacuerdo por un estrecho margen.
Fitas considera que la implicación del presidente del Gobierno sigue siendo posible y valiosa: “El que queda mal no es el que lo intenta, sino el que no lo hace”.
«Una huelga de guante blanco
La huelga se desarrolló sin incidentes, con un seguimiento amplio y masivas manifestaciones en enclaves turísticos como Playa de las Américas o el Puerto de la Cruz. «Fue una huelga de guante blanco, sin piquetes violentos ni sabotajes», recalca Fitas, desmintiendo cualquier narrativa empresarial que asociara el conflicto a actos de coacción: «Los hoteles funcionaron con servicios mínimos abusivos. Aún así, el seguimiento real, descontando esos mínimos, rondó el 70%».
Uno de los puntos más polémicos de la negociación ha sido la diferencia salarial entre provincias canarias. Mientras se repite el discurso de que en Las Palmas se cobra más, Fitas sostiene que «los salarios más altos del turismo están en las cadenas hoteleras del sur de Tenerife, gracias a pactos salariales complementarios al convenio provincial, que permiten que una camarera de piso cobre hasta 2.600 euros». Esta realidad, según él, está en riesgo si la patronal logra eliminar el artículo 32 del convenio, que ampara esos acuerdos específicos.
Relación «fluida y de respeto» con la patronal
A pesar de los desencuentros, Fitas asegura mantener una relación «fluida y de respeto» con Jorge Marichal, presidente de la patronal hotelera. «Cuando no hay acuerdo, pactamos el desacuerdo. Representamos intereses diferentes, pero nos escuchamos», afirma. Sin embargo, matiza que ahora mismo «no hay preacuerdo alguno», ya que todo está supeditado al pronunciamiento judicial sobre las demandas relativas a la antigüedad laboral, que podrían suponer un incremento del 20% en la masa salarial. «Si el Tribunal diera la razón a las centrales que han litigado, la patronal tendría un motivo para negociar con más calma. Si no, ya no habría excusas para no aceptar nuestras propuestas», advierte.
Mientras tanto, el conflicto permanece en una tregua incierta. Los sindicatos no descartan nuevas movilizaciones si no se reabre la vía del diálogo con compromisos tangibles. «La ciudadanía está con nosotros. Saben que exigimos condiciones dignas para quienes sostienen el turismo, el motor económico de Canarias», concluye Fitas.