Anselmo Pestana considera “razonable” la queja de La Laguna por la presión migratoria

Anselmo Pestana y Ángel Víctor Torres al fondo | DELEGACIÓN DEL GOBIERNO EN CANARIAS

Anselmo Pestana y Ángel Víctor Torres al fondo | DELEGACIÓN DEL GOBIERNO EN CANARIAS

El delegado del Gobierno en Canarias asegura que se hace todo lo posible para garantizar la libertad de circulación con las limitaciones de la pandemia.

El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, considera razonable las quejas del alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, a propósito de la falta de colabración de otras administraciones en la acogida de inmigrantes.

Afirma que el Cabildo de Tenerife ya ha ofrecido otros lugares en la isla para intentar reducir la presión sobre el municipio lagunero, pero reconoce que “algunos municipios se ponen de perfil”. Considera que es necesario seguir buscando alternativas para que la presión migratoria sobre el territorio sea la menor posible: “Es razonable”. 

“Días muy dolorosos”

Sobre la reciente muerte de 24 inmigrantes en una patera que se dirigía a Canarias, Pestana vaticina que pueden ser más, “una cifra importante”, algo que por el momento se está investigando: “Hay días muy dolorosos, en que no puedes dormir por la noche”. Considera que el “verdadero drama” de la inmigración es el de las personas que pierden la vida intentando llegar a Canarias y recuerda que detrás de ese fenómeno hay mafias que se benefician y lucran: “Habrá que seguir en la línea de investigar, se trata de un fenómeno muy complejo y hay que actuar en muchos frentes”.

Afirma que el Ministerio del Interior está haciendo todo lo posible por facilitar el tránsito de los inmigrantes que quedan en Canarias, unos 4.700 adultos y 1.000 menores, pero señala que las restricciones sanitarias lo dificultan. A este respecto, indica que, a medida que se eliminen dichas restricciones, se irá facilitando la movilidad de los extranjeros que tengan pasaporte o hayan pedido el asilo. 

Asegura que actualmente no hay inmigrantes en los hoteles salvo los casos en que estos se utilizan como burbujas por motivo de la covid-19. Señala que los datos sobre inmigrantes que pueden estar en la calle porque han abandonado los campamentos de acogida son “confusos”, aunque lo valora en torno a las doscientas personas: “La mayoría se han dado cuenta de que es un error, por consejos desacertados de personas del entorno”.