Federico Cuyás, director de Dinapsis Canarias, define el centro que dirige como «la marca tecnológica de Canaragua».
Federico Cuyás, director de Dinapsis de Canarias, define el centro que dirige como «la marca tecnológica de Canaragua». En este espacio de innovación se procesan más de 600.000 variables en tiempo real, con el objetivo de anticipar fallos, reducir riesgos y optimizar al máximo el ciclo integral del agua. «Dinapsis tiene tres patas: un hub operativo, una suite de servicios digitales y un espacio de divulgación y colaboración», explica.
Ubicado dentro de la estructura de Canaragua, Dinapsis aglutina conocimiento tecnológico orientado al agua, pero que ya se extiende a otros sectores. El equipo, formado principalmente por ingenieros de telecomunicaciones e industriales, trabaja con más de 1.200 PLC (controladores lógicos programables) y unos 100.000 dispositivos IoT desplegados en todo el archipiélago. «Eso nos permite tener el pulso exacto del sistema en tiempo real», afirma.
Anticipar lo invisible: detección predictiva
Uno de los grandes avances logrados desde Dinapsis es la capacidad de predecir errores antes de que sucedan. «Si detectamos que un equipo de bombeo baja su eficiencia o sube su temperatura, sabemos que puede fallar en una semana y actuamos antes de que ocurra», asegura Cuyás. Gracias a estos sistemas predictivos, el servicio puede mantenerse sin interrupciones y con una notable reducción de costes operativos.
El análisis masivo de datos no se limita a la vigilancia: permite mejorar la toma de decisiones. «Hemos convertido lo invisible en visible», subraya, al explicar cómo la sensorización e integración de señales ha permitido alcanzar altos estándares de eficiencia en los 35 ayuntamientos con los que trabajan. El objetivo es ofrecer el mismo nivel de calidad en todos ellos.
Tecnología canaria para el mundo
Aunque centrado en el sector hídrico, Dinapsis ya exporta su modelo tecnológico a otros ámbitos. Un ejemplo es el control del principal canal de transporte de agua en La Palma, un sistema de 88 kilómetros monitorizado con tecnología híbrida 4G y LoRaWAN. También trabajan en el sector del golf, ayudando a reducir el consumo de agua y CO₂: «El campo de Bandama redujo un 7 % su consumo de agua y evitó 27.000 kilos de emisiones de CO₂ el año pasado. El Salobre Golf bajó un 10 %», enumera.
Otra aplicación innovadora es una boya oceánica que opera a 30 millas de la costa holandesa, donde Dinapsis ha desarrollado el sistema de visualización para monitorizar el impacto de parques eólicos sobre aves migratorias. Cuyás insiste en que las capacidades tecnológicas de las empresas canarias están en un punto de madurez notable, pero aún poco conocidas: «Tenemos que comunicar mejor lo que somos capaces de hacer».
Escasez de talento técnico: un reto estructural
Para que todos estos avances se sostengan, hace falta personal altamente cualificado, y ahí está uno de los grandes retos. «Nos cuesta encontrar perfiles. Un ingeniero en telecomunicaciones o industrial tarda unos cuatro años en ser productivo», advierte. No basta con saber de automatización: también es necesario conocer los procesos hidráulicos. Por eso Dinapsis colabora con universidades y centros educativos para formar talento desde etapas tempranas.
Cuyás apunta a un desequilibrio creciente entre oferta y demanda: «Se matricula menos gente en las ingenierías, y eso contrasta con lo que necesita el mercado». Reclama mayor conexión entre la formación académica y las oportunidades reales, y lanza un mensaje a los futuros profesionales: «Hay empresas que los están esperando».
Transparencia y derecho universal
Cuyás no duda cuando se le pregunta a quién no le daría un vaso de agua: «A nadie. El agua no se le niega a nadie». Como director de un centro que garantiza la eficiencia en la gestión hídrica, tiene claro que la tecnología es una herramienta, pero también una responsabilidad. «Nuestro trabajo permite que el agua llegue a todos y que el sistema sea más justo, más eficiente y más seguro».
Desde su visión, el futuro ya es presente. Y si ese presente tiene un nombre en Canarias, se llama Dinapsis. «La eficiencia operativa que hemos alcanzado no sería posible sin digitalización. Ese es nuestro verdadero motor».