Orlando Hernández: «La deformación del viaducto del Guiniguada, de tan solo ocho milímetros, entra en el rango previsto»

Orlando Hernández en los estudios de El Espejo Canario

Orlando Hernández en los estudios de El Espejo Canario

➤ «La prueba de carga soportó un millón de kilos y el puente se comportó tal y como estaba calculado» ➤ «En situaciones de prealerta, como la actual, activamos equipos en cuanto surge cualquier incidencia» ➤ «Tenemos 1.300 kilómetros de carreteras y la orografía de la isla favorece pequeños desprendimientos»

El jefe del Servicio Técnico de Obras Públicas del Cabildo de Gran Canaria y responsable de la reparación del viaducto del Guiniguada, Orlando Hernández, detalla el proceso técnico que certifica la seguridad de uno de los puentes más emblemáticos de la capital. Hernández afirma que el trabajo del servicio combina vigilancia constante, capacidad de reacción inmediata y procedimientos científicos que garantizan la fiabilidad de las infraestructuras.

Emergencia meteorológica y vigilancia permanente

Hernández confirma que Gran Canaria se encuentra en prealerta por lluvias intensas, especialmente en medianías, cumbres y en la franja norte. «Activamos equipos sobre la marcha cada vez que hay alguna incidencia», dice, y detalla que las ocho zonas de conservación movilizan entre 70 y 80 personas en episodios de meteorología adversa. Señala que, ante situaciones de riesgo, la ciudadanía debe extremar la prudencia y «evitar desplazamientos que no sean necesarios».

Una red extensa y compleja

El jefe del servicio recuerda que el Cabildo gestiona 1.300 kilómetros de carreteras, muchas de ellas antiguas y ubicadas en zonas abruptas. Explica que la orografía favorece la aparición de pequeños desprendimientos en días de lluvia intensa: «Sabemos que se generan fundamentalmente en medianías y cumbres», apunta. Para reducir riesgos, el servicio instala mallas de triple torsión y otros sistemas de contención en los taludes más inestables, aunque insiste en que «son muchos kilómetros y hay que actuar durante todo el año».

Un millón de kilos sobre el puente

Preguntado por el proceso de verificación del viaducto del Guiniguada tras su reparación, Hernández describe una prueba de carga «extraordinaria»: «Se situaron 30 camiones, un millón de kilos, encima del viaducto». El objetivo, explica, es medir topográficamente cómo se deforma la estructura y comprobar si esa deformación coincide con los cálculos teóricos del proyecto. «La deformación fue de ocho milímetros, justo en el rango previsto», afirma, y subraya que la estructura está diseñada para soportar cargas muy superiores a las empleadas en la prueba.

Seguridad garantizada y ciencia aplicada

Hernández aclara que la prueba no implica riesgo: «Sabemos perfectamente que el puente aguanta y está calculado para mucho más peso». Añade que las pruebas de carga solo se realizan en puentes nuevos o en reparaciones de gran envergadura. Para el resto de las estructuras, el Cabildo mantiene un contrato de inspección que revisa cada puente y determina su índice de daños: «Así podemos actuar de forma planificada y preventiva».

Una mirada personal a la ingeniería

Más allá de la emergencia y la técnica, Hernández confiesa su pasión por la ingeniería de puentes: «Estoy enamorado de los puentes». Cita como favoritos el puente extradosado de Teror, que destaca por cómo se integra en el paisaje, y el puente de Tenoya, una de las obras más recientes de la circunvalación. Reconoce que incluso en sus viajes termina buscando estructuras singulares: «Aprovecho y, si hay un puente, me dedico a mirarlo».