Manolo Vieira: “He perdido movilidad, pero la cabeza me funciona mejor que nunca”

Manolo Viera en los estudios de El Espejo Canario

Manolo Viera en los estudios de El Espejo Canario

El humorista afronta su despedida de los escenarios con una gira por todas las islas que culminará en las capitales en abril de 2023.

El humorista Manolo Vieira anuncia la retirada de los escenarios con el espectáculo La última y nos vamos que, de aquí al mes de abril de 2023, paseará por todas las islas para concluir en las dos islas capitalinas.

Afirma que, desde hace algún tiempo, sus hijas le venían diciendo que era el momento de abandonar “y van teniendo razón”. Afirma que es cierto que ha perdido alguna movilidad, pero se muestra satisfecho de que su cabeza funcione “mejor que nunca”.

Recuerda que cuando comenzó su carrera aspiraba a participar en las fiesta de La Luz o El Carmen, y a que le llamara alguna radio, y ahora, cuando le llaman de cualquier emisora, aunque sea un joven, va corriendo. Afirma que, al contrario de lo que mucha gente supone, siempre ha sido “una persona tranquila”. 

El ambulatorio

No recuerda ningún chiste “malo”, lo cual no significa que no lo haya tenido, simplemente que lo ha olvidado, motivo que le lleva a creer que no debió haber sido pésimo. De lo que sí está seguro es de que, puestos a elegir solo uno, se quedaría con el del ambulatorio por haber sido el del arranque de su carrera, un gag al que le debe mucho y porque suponía una crítica de la sanidad en un momento en que no estaba tan de moda hacerla.

“Las ambulancias se regalan sin decir quién fue”

Afirma que si para algo ha sido sensible es para el dolor ajeno, pues en cuanto alguna persona le ha pedido ayuda, ha acudido puntualmente para darle todo lo que ha podido, “y no solo para que salieran del paso”, pero siempre con la prohibición de que dijeran que había sido él. 

Se emociona al recordar algún caso y recuerda que, de niño, cuando leía la prensa, odiaba esas noticias de un empresario que regalaba una ambulancia a una ONG y se sacaba una foto: “Eso no es ser generoso. Las ambulancias se regalan y que nadie se entere. Eso me caía fatal”.

Asegura que ahora vivirá de un subsidio, de la casa que su madre fabricó en La Isleta y de otra casa que posee en Las Meleguinas.