Francisco Fernández de Pedro: “El beneficio empresarial es bueno si se actúa con valores morales”

Francisco Fernández de Pedro en los estudios de El Espejo Canarios

Francisco Fernández de Pedro en los estudios de El Espejo Canarios

El economista, asesor fiscal y socio director de Auren recuerda que el liberalismo no consiste en "tomar unas cañas" sino en buscar el bienestar de toda la sociedad.

El economista, asesor fiscal y socio director de Auren, Francisco Fernández de Pedro, señala que los beneficios empresariales están creciendo en Canarias. Sin embargo, no deja de notar que la renta media salarial está cayendo. Por este motivo, recuerda que el beneficio empresarial es algo que nos debería alegrar a todos, pero solo si los empresarios actúan “con valores morales”.

Adam Smith como moralista

A este respecto, apunta que el filósofo Adam Smith, fundador del liberalismo, no solo escribió ‘La riqueza de las naciones’, sino también Teoría de los sentimientos morales’, en el que expresa la idea de que el entorno en el que se desarrolla la vida, es decir, la sociedad, “es lo que le da valor a las cosas”. Por tanto, el liberalismo no se limita a la libertad para “tomar unas cañas”, sino a buscar el bienestar de todos. 

Lamenta que, en este contexto, unas elecciones como las de Andalucía se diriman en torno a votar en contra de otra opción, pero no a apostar por un determinado modelo de sociedad. Recomienda a los electores preguntarse qué quieren hacer con los servicios públicos, con las pensiones y con la sanidad. 

Perspectivas de futuro

Sobre las perspectivas de futuro, espera que la guerra entre Rusia y Ucrania acabe pronto y que “los países europeos dejen de darse puñaladas traperas”. Además, confía en que se controle la escasez de materias primas y que baje la inflación. A partir de ahí, España tendrá que abordar sus dos problemas estructurales: el paro y un altísimo nivel de endeudamiento que Fernández de Pedro no ve cómo puede reducirse.

Afirma que si se solventan estas cuestiones, los países mediterráneos no están mal ubicados, porque, salvo por las consecuencias del cambio climático, tienen mayores posibilidades de atraer el talento: “No tenemos que ser demasiado pesimistas”.