José Carlos Pérez: «El alumnado necesita herramientas reales para gestionar su dinero»

El programa incluye visitas a entidades financiera | Foto: Pixabay

El programa incluye visitas a entidades financiera | Foto: Pixabay

El profesor del IES Eusebio Barreto Lorenzo, en Los Llanos de Aridane (La Palma) afirma que lo importante es que sepan poner en valor «aquello que realmente importa».

El profesor del IES Eusebio Barreto Lorenzo, en Los Llanos de Aridane (La Palma), José Carlos Pérez Herrera, responsable de Formación y Orientación Laboral y coordinador de Orientación Profesional, celebra que las Jornadas de Educación Financiera promovidas por el Gobierno de Canarias hayan ofrecido a los centros públicos recursos que habitualmente no están a su alcance. A su juicio, esta capacitación externa complementa la labor docente y ofrece al alumnado un espacio fundamental para reflexionar sobre su economía personal en un contexto marcado por la precariedad de muchas familias. 

Economía personal desde la realidad del alumnado

Pérez explica que su trabajo comienza siempre con un análisis DAFO individual, una herramienta que permite a los estudiantes identificar fortalezas, debilidades y oportunidades a partir de su propio entorno. Recuerda que la mayoría son menores de edad y procede de zonas con recursos limitados, por lo que aprender a gestionar el dinero —y a valorar el ahorro como instrumento de crecimiento personal— se convierte en un ejercicio de enorme relevancia: «Lo importante es que sepan poner en valor aquello que realmente importa y adopten una perspectiva de ahorro», destaca. 

Aprender economía visitando empresas locales

El centro ha incorporado visitas a empresas del entorno como parte esencial del aprendizaje: gimnasios, cafeterías, comercios o talleres donde el alumnado observa cómo se gestiona un negocio, desde la relación con proveedores hasta la atención al cliente o la logística de productos. Estas experiencias, afirma el docente, les permiten entender conceptos que en el aula pueden resultar más abstractos. «Les sorprende muchísimo porque descubren la economía desde dentro», señala, subrayando la importancia de que el proceso sea «muy vivencial». 

El crédito, la deuda y la banca como herramientas de aprendizaje

El programa también incluye visitas a entidades financieras para que los jóvenes conozcan de primera mano cómo funciona un préstamo, cuáles son los riesgos de endeudarse y qué diferencia existe entre los servicios de una caja de ahorros y los de un banco. Pérez comenta que muchos estudiantes trasladan a clase dudas reales sobre decisiones personales —desde inversiones deportivas hasta pequeñas compras planificadas—, lo que refleja que empiezan a comprender el impacto del dinero en su vida cotidiana. 

Cuando el aprendizaje llega a las familias

El profesor relata que algunos alumnos comentan en casa lo aprendido en clase, hasta el punto de que varios padres le han trasladado su satisfacción por los progresos. Incluso, algunos jóvenes le han pedido orientación sobre decisiones económicas concretas: «Están recogiendo pequeñas enseñanzas y eso, para mí, es lo más importante», afirma. El objetivo es que desarrollen herramientas que sus propias familias quizá no tuvieron en etapas educativas anteriores. 

Hacia la estabilidad financiera: ahorro y planificación

Uno de los resultados de aprendizaje más relevantes es la elaboración de un plan financiero personal, adaptado a las capacidades y necesidades de cada estudiante, incluidos aquellos con necesidades específicas de apoyo educativo. Pérez reconoce que el avance es desigual, pero insiste en que lo fundamental es que comprendan cómo se mueve el dinero en el mercado, qué estrategias económicas se utilizan y qué papel juega la prudencia financiera. 

Una generación más preparada ante la incertidumbre

Para el docente, la educación financiera es hoy una competencia básica para la vida adulta. Por ello, celebra iniciativas como las Jornadas de Educación Financiera y defiende que estas herramientas deben integrarse de forma estable en el currículo. «Mayor conciencia del ahorro, mayor conciencia de la gestión del dinero y mayor conciencia del futuro», resume, convencido de que esta formación permitirá a los jóvenes afrontar con más seguridad los desafíos económicos de los próximos años.