Pedro Suárez: «No renunciamos al proyecto de gas licuado en Santa Cruz de Tenerife»

Vista general del Dique del Este del Puerto de Santa Cruz de Tenerife | Foto: AP de Santa Cruz de Tenerife

Vista general del Dique del Este del Puerto de Santa Cruz de Tenerife | Foto: AP de Santa Cruz de Tenerife

➤ «El proyecto que se plantea contempla cero emisiones al aire» ➤ «Hoy por hoy vamos casi de la mano en un montón de cuestiones con el puerto de Las Palmas» ➤ «Con la eólica marina llega un momento en el que te desespera»

El presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, Pedro Suárez, asegura que el puerto tinerfeño mantiene intacto su plan para implantar el suministro de gas natural licuado (GNL) y que no renuncia «en absoluto» al proyecto a pesar de las dificultades surgidas en el puerto grancanario con una instalación similar. Suárez sostiene que el diseño previsto para la capital tinerfeña «plantea cero emisión al aire» y que se trata de una energía «de transición» hasta que haya alternativas verdes plenamente disponibles. 

El gas como energía de transición

El dirigente portuario dice que no entiende «lo que ha ocurrido ahí en Las Palmas con la planta de Totisa» porque «no era una central térmica» al uso, sino una instalación que iba a suministrar al propio puerto y a servir de depósito de GNL. «Si lo que Beatriz Calzada anunciara fuera una realidad, que nosotros podríamos suministrarle gas natural al puerto de Las Palmas, sería otro ejemplo de complementariedad entre los puertos», afirma. 

Pero, más allá del posible suministro cruzado, defiende el núcleo del proyecto tinerfeño: «La emisión que se plantea en la planta de Tenerife es cero emisión al aire. Existen unos filtros que no emiten a la atmósfera absolutamente nada». Y añade que mucha oposición al gas se basa «en un desconocimiento de lo que es esta energía», que define como «transitoria a las energías verdes». 

El emplazamiento, explica, está previsto «en una zona industrial donde está bastante despejada», de modo que la distancia con el casco urbano no debería ser un problema. «Esto lo he hablado con gente que toda la vida ha estado en contra del gas natural licuado y hoy son grandes defensores del mismo», comenta, porque han comprobado que contamina menos que el fuel y permite al puerto cumplir con la normativa europea que obliga a los buques a usar combustibles más limpios. 

Eólica marina: «llega un momento en el que te desespera»

Suárez coincide con la Autoridad Portuaria de Las Palmas en que la gran asignatura pendiente es la autorización estatal para la eólica marina. «Llega un momento en el que te desesperas», reconoce, porque Canarias ve «cómo otros países van adelantando» y aquí «prácticamente no se mueve nada». 

Explica que su Autoridad Portuaria y la de Las Palmas están «presionando dentro de nuestro ámbito» para que el Estado desbloquee «el parque eólico marino que se pone por delante de todos los proyectos que hay», porque permitiría ordenar el resto. «Por lo que veo no es prioritario y luego prohíben alternativas como el gas natural licuado», lamenta, lo que deja a los puertos sin la energía intermedia que necesitan para la descarbonización. 

Complementariedad sí, fusión no… por ahora

Suárez responde a las voces que plantean una eventual unión de los puertos de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife y, aunque «respeta» el argumento económico de que una gestión conjunta podría ganar eficiencia, deja claro que «no estaría inicialmente de acuerdo con esa alternativa». 

Explica que, hoy, «ese pleito realmente no existe» y que los dos recintos «nos complementamos en muchísimas ocasiones», hasta el punto de que «las cosas que no caben en Tenerife yo se las cedo a Las Palmas y las que vienen de Las Palmas y no tienen espacio vienen a Tenerife». «Hoy por hoy vamos casi de la mano en un montón de cuestiones», resume, pero advierte de que políticamente lo ve «difícil» porque la administración portuaria sigue siendo provincial. «En un futuro a medio y largo plazo… pudiera ocurrir, habría que verlo», añade, abriendo una puerta muy condicionada. 

Congestión y descarga de cereales

El presidente portuario admite que en los dos últimos años el puerto ha tenido «un crecimiento que no teníamos previsto» y que eso ha generado «un desajuste en cuanto a la mano de obra» y a la actividad, lo que se ha notado en tráficos sensibles, como el de cereales. «Es verdad que hay unas prioridades, pero no en este puerto sino en todos los puertos: primero es el pasajero, no lo vamos a ver flotando durante tiempo antes de desembarcarlo», dice, para justificar que en momentos de tensión se interrumpieran determinadas descargas. Explica que, tras las quejas del sector –«no fue así tal y como ocurrieron las cosas»–, la Autoridad Portuaria reunió a los industriales, a Fedeport, a la CEOE y a los estibadores «y aclaramos la situación», dándose un plazo para «ajustar el desajuste» con nuevas incorporaciones. «Todavía tenemos algún tipo de tensiones, pero ya se han incorporado muchísimos estibadores y acaban de sacar una nueva promoción», apunta. 

Suárez detalla que parte del problema está en que la formación de estos trabajadores «está entre seis y nueve meses» porque es una actividad «sensible» y hay que evitar percances. Y recuerda que el puerto de Granadilla también «se ha llevado unos cuantos estibadores» por un proyecto de «casi año y medio de acopio de aerogeneradores de China destinados a Laayoune», que requiere mano de obra muy cualificada. «Efectivamente ha habido problema, pero está en vías de solución», concluye.