Semi Gil, codirector del evento, lo describe como «una cosa muy peculiar»: cuatro viernes consecutivos, del 19 de septiembre al 10 de octubre, con cuatro escenarios.
Semi Gil, codirector del festival Arrecife en Vivo, lo describe como «una cosa muy peculiar»: cuatro viernes consecutivos, del 19 de septiembre al 10 de octubre, con cuatro escenarios desplegados a lo largo de la marina de Arrecife y conectados uno tras otro por un pasacalle que evita los solapes. «Se unen de manera consecutiva sin solaparse mediante un desfile que está encabezado por la figura de Bully, que es un Elvis, con un dedo señalador gigante», explica con ironía. Ese «pitch», admite, suena a «tremenda fricada», pero es precisamente lo que ha dado personalidad y reconocimiento al proyecto. «Como todos los años, llegamos a tiempo», apunta en vísperas de la inauguración, con equipos y proveedores ultimando pruebas de sonido «a tope».
Primer viernes: del Islote Fermina al Muelle de Cruceros
La primera ruta arranca en el Islote Fermina —«un sitio muy guapo que fue diseñado por César Manrique»— con Rocío Saiz (18:00). De allí, el pasacalle con Villa Pipol conduce al Parque Islas Canarias «con la tiñarceña Jela» (19:30), y el recorrido continúa hacia la Marina para Triángulo de Amor Bizarro (21:00). La noche culmina en el Muelle de Cruceros con Zahara y La Gore. «Este y el próximo fin de semana… van a ser gratuitos», subraya.
Segunda ruta gratuita y un sábado especial de pago
El segundo viernes —26 de septiembre— mantiene el formato de acceso libre: Ella la Rabia (18:00, Islote Fermina), Le Mur (19:30, Parque Islas Canarias) y Les Greene (21:00, Marina); el cierre en el Muelle de Cruceros corre a cargo de Fun Lovin’ Criminals e Iseo & Dodosound, con Rockalean como pasacalles entre escenarios. Entre medias, el festival añade este año un sábado especial: «el 27 de septiembre… la jornada On Fire». «Este concierto sí es de pago. Están las entradas a la venta en Tickety», aclara. El cartel reúne a Fermín Muguruza («40 años de historia viva»), Enac Ska, Soziedad Alkoholika, Distortion y DJ CHK.
Un festival de ciudad, para todas las edades
Arrecife en Vivo ocupa espacios donde «normalmente transcurre la vida cotidiana» y, por eso, no tiene «un perfil definido» de público. «Es un festival abierto… está abierto a todo tipo de edades», argumenta Gil, que reivindica la mezcla: niños, jóvenes, adultos y «abuelas» compartiendo una misma ruta. «Yo creo que el 50% de las personas que acuden, acuden al encuentro de compartir la música con otras personas, por encima de músicas y estilos», afirma. La experiencia, dice, «ya se convirtió en una cita» que acompaña el regreso de septiembre: «una buena manera de afrontar la vuelta de las vacaciones» con «música en la calle durante cuatro semanas».
Equipo humano y logística: «echarle horas y mucha ilusión»
La clave para que todo encaje —puestos, cortes de tráfico puntuales, seguridad, sonido, tiempos de desfile y cambios de escenario— está en el equipo. «La única manera de llegar a buen puerto todos los años es con el equipo humano que tiene Arrecife en Vivo», sostiene. «Son un montón de gente aquí trabajando, dándolo todo». Con trece ediciones a la espalda, el festival ha aprendido a coordinar a staff propio y proveedores con una consigna: «ganas de trabajar, ilusión y creer en el proyecto».
Formación, coloquios y mirada social
Más allá de los conciertos, el programa «AW Training» incorpora encuentros, talleres y mesas redondas sobre temas como las agresiones sexuales en los festivales o la animación sociocultural. «El 25 de septiembre» —precisa— habrá un debate sobre «el estado de la música» con periodistas nacionales, y, como cierre de semana, una mesa sobre «cultura diversa y disidente» con Rocío Saiz y colectivos LGTBI+ de la isla —Lánsate, LanzanTIENDE, Cogal y Crisales Canarias— para conversar «acerca de la cultura y la diversidad». «Todo esto lo puedes encontrar en la página web del festival», remite, con la programación de las rutas del 3 y el 10 de octubre.
Patrocinios y gratuidad: la base del modelo
Gil insiste en el carácter gratuito de los cuatro viernes y agradece el apoyo institucional. «Esto es posible gracias al Ayuntamiento de Arrecife y al respaldo público» que permite sostener el formato abierto. «El festival es completamente gratuito, en el formato habitual», enfatiza, separando esa condición de la jornada especial «On Fire», que «sí es de pago».
La promesa: una experiencia compartida
«Nuestro formato es muy diferente a todo lo que hay por ahí», reivindica el codirector, que resume el espíritu del proyecto —el pasacalle, los escenarios en cadena, la ciudad como recinto— en una idea sencilla: «compartir un rato de música con la gente» como se ha hecho «desde los principios de la civilización». «Es divertido», dice, y cada edición «es aún mejor que la anterior».