La piña del Hierro, al borde del colapso «y nadie nos da una alternativa eficaz»

Cultivo de piña tropical en El Hierro | Foto: Cabildo de El Hierro

Cultivo de piña tropical en El Hierro | Foto: Cabildo de El Hierro

Pablo Carmona, presidente de Frutas de El Hierro SAT, alerta del declive del cultivo por la propagación de plagas, la falta de soluciones fitosanitarias y la pasividad de las administraciones.

La piña tropical, símbolo agrícola y comercial de la isla de El Hierro, atraviesa su mayor crisis en décadas. La expansión descontrolada de la cochinilla, plaga que transmite el virus conocido como «la tristeza de la piña» (Pineapple Wilt Disease, por sus siglas en inglés), ha reducido drásticamente el rendimiento de las plantaciones, y ha colocado al cultivo al borde del colapso. Pablo Carmona, presidente de Frutas de El Hierro SAT, advierte que «más del 80% de la producción ya está afectada».

El problema no es nuevo, pero ha empeorado tras la retirada de productos fitosanitarios que permitían controlar tanto la plaga como la desinfección del suelo. «Nos prohibieron los productos que funcionaban bien, pero lo hicieron sin ofrecernos una alternativa eficaz», denuncia Carmona. A pesar de que algunos de estos productos continúan autorizados en la Unión Europea hasta 2026, España los ha vetado, generando una paradoja que los productores herreños no entienden.

Soluciones bloqueadas o imposibles de aplicar

La frustración en el sector es creciente. Aunque el Ministerio permitió de forma excepcional el uso de un nuevo producto para desinfectar la tierra, las condiciones administrativas para su aplicación son tan restrictivas que, en la práctica, resulta inoperante. «Nos han puesto tantas pegas que nadie lo puede usar», afirma el representante de Frutas de El Hierro.

Este vacío en el tratamiento fitosanitario ha dejado al cultivo a merced de la cochinilla, vector del virus, y ha incrementado el riesgo de colapso de todo el sistema productivo. A ello se suma el problema del contrabando y la falta de controles efectivos en los puntos fronterizos. «Están entrando piñas tropicales por vía irregular, sin controles fitosanitarios reales. Así nos han metido muchas plagas», explica Carmona. Pese a las denuncias, las actuaciones de inspección son, según él, intermitentes y tardías.

Protocolos naturales sin garantías a corto plazo

En respuesta a la situación, el sector ha iniciado ensayos de desinfección mediante biosolarización y recuperación del material vegetal a través de viveros autorizados. Estas iniciativas se desarrollan con apoyo técnico del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) y la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias, pero los resultados aún están lejos de garantizar una solución a corto plazo.

Carmona detalla que ya está aplicando estos métodos en sus propias fincas, pero advierte que las primeras evaluaciones requieren tiempo y no ofrecen aún garantías de éxito. «Si al cabo de esos años no funcionan, habría que empezar desde cero», señala con inquietud.

Una variedad única que puede desaparecer

La piña tropical herreña, conocida como «roja española», es apreciada por su sabor agridulce y sus cualidades organolépticas. Su identidad está ligada a un cultivo singular que, hasta ahora, ha gozado de cierta protección gracias a una orden ministerial de 1987 que prohíbe la entrada de productos tropicales del exterior. Pero la falta de aplicación rigurosa de esa norma ha dejado la puerta abierta a la llegada de plagas foráneas.

La caída de rendimientos y la falta de rentabilidad están empujando a muchos agricultores a abandonar el cultivo. «Cada vez son más los que tiran la toalla», lamenta Carmona. Y no es para menos: solo poner una hectárea en producción supone más de 35.000 euros de inversión inicial. Si además hay que adquirir planta in vitro, el coste se dispara. «Con la primera cosecha no recuperas ni la mitad de lo invertido», asegura.

Un SOS para salvar un sector emblemático

Ante este panorama, Pablo Carmona insiste en que el problema ya ha sido suficientemente identificado. Ahora es necesario actuar con urgencia. «Solo queda avanzar en la solución. Necesitamos que todas las instituciones se pongan de acuerdo con nosotros para sacar esto adelante».

Frutas de El Hierro SAT representa prácticamente a la totalidad de los productores de piña de la isla. Pese al desánimo, Carmona llama a la resistencia: «Les insisto a los agricultores en que no abandonen. Tenemos que seguir trabajando, pero necesitamos apoyo real y herramientas que funcionen».