Carmen Laucirica, presidenta de CERMI Canarias y vicepresidenta de la organización a nivel estatal, denuncia que sufren una marginación sistemática que el sistema sigue sin reconocer.
Carmen Laucirica, presidenta de CERMI Canarias y vicepresidenta de la organización a nivel estatal, denuncia que las mujeres con discapacidad sufren una marginación sistemática que el sistema sigue sin reconocer. El pasado martes 18 de junio, el Parlamento de Canarias acogió por primera vez una sesión extraordinaria dedicada exclusivamente a las voces de estas mujeres. La iniciativa forma parte del proyecto *Encontrándonos*, impulsado en colaboración con el Instituto Canario de Igualdad.
Diagnóstico coral en las ocho islas
La celebración del Primer Parlamento Canario de Mujeres con Discapacidad no fue un evento aislado. Previamente, se realizaron encuentros en todas las islas del archipiélago para recoger testimonios, evaluar realidades insulares diversas y generar un manifiesto común. Laucirica señala que «cuando se habla de mujer con discapacidad siempre estamos hablando de una marginación mayor», y advierte que el desconocimiento social sobre esta realidad sigue siendo profundo. La sesión parlamentaria recogió tanto propuestas como experiencias personales, muchas de ellas marcadas por la soledad, la falta de acceso a la educación inclusiva o las violencias cotidianas.
Derechos vulnerados y demandas claras
Entre las principales reivindicaciones destaca el derecho a decidir, la protección frente a la violencia, la accesibilidad universal, la atención adaptada ante emergencias y la necesidad de apoyos para una vida digna. También exigen que se reconozca su identidad como mujeres, no solo como personas con discapacidad. «Muchas veces no han tenido derecho a votar ni a la maternidad», lamenta Laucirica, quien resalta que la información sobre anticoncepción o derechos reproductivos sigue siendo limitada o inexistente.
La violencia, una herida abierta
Uno de los datos más alarmantes que se presentaron fue que «el 50 % de las mujeres con discapacidad ha sufrido violencia machista». A esto se suma que los recursos disponibles, como las casas de acogida, «no están adaptadas para perfiles con enfermedad mental o discapacidad intelectual». Laucirica insiste en que el aislamiento y la falta de protocolos específicos agravan la situación. «Muchas veces aceptan situaciones inadmisibles por no tener la información adecuada», apunta.
Accesibilidad universal y nueva mirada social
Para CERMI, la accesibilidad no puede limitarse a eliminar barreras arquitectónicas. Se necesita también accesibilidad cognitiva, comunicativa y cultural. «Es fundamental que haya intérpretes, información adaptada, ayudas entendibles y entornos inclusivos», explica Laucirica. El proyecto *Encontrándonos*, que parte del convenio entre CERMI y el ICI, tiene como objetivos visibilizar, prevenir y atender la violencia desde un enfoque interseccional. También propone la creación de una comisión específica de discapacidad y violencia de género, y programas formativos para profesionales.
Transformar desde la escucha
La presidenta del CERMI Canarias concluye que la clave del cambio está en ofrecer espacios donde estas mujeres puedan expresarse. «Escuchar sus voces es un primer paso para que la sociedad se sensibilice». A pesar de la coincidencia con el funeral de Manuel Hermoso, la sesión en el Parlamento contó con representación institucional y ha sido visualizada posteriormente. Laucirica considera que aún queda mucho por hacer, pero también detecta signos de avance: «La sociedad se va abriendo poco a poco. Y eso es también fruto del trabajo colectivo».