Canarias aspira a que cada pueblo de menos de 10.000 habitantes sea motor de economía circular

Presentación del proyecto l proyecto ‘Dinamiza Rural’ | Foto: Gobierno de Canarias

Presentación del proyecto l proyecto ‘Dinamiza Rural’ | Foto: Gobierno de Canarias

El consejero delegado de Gestión del Medio Rural de Canarias (GMR Canarias), Juan Antonio Alonso, detalla el plan para revitalizar los municipios rurales de Canarias.

El consejero delegado de Gestión del Medio Rural de Canarias (GMR Canarias), Juan Antonio Alonso, expone el alcance del nuevo programa «Dinamiza Rural», una estrategia impulsada por el Gobierno de Canarias para reforzar la economía de los 46 municipios del archipiélago con menos de 10.000 habitantes. «Queremos generar economía desde lo local, con proyectos que nazcan en los propios territorios y que fortalezcan el producto canario como base de desarrollo», resume Alonso.

Este plan, que se ejecuta bajo la coordinación de la Presidencia del Gobierno y con la colaboración de la Federación Canaria de Municipios (FECAM), forma parte de la Estrategia Canaria de Reto Demográfico y pone el foco en las medianías, zonas tradicionalmente olvidadas frente a las grandes urbes costeras. Según Alonso, «el objetivo es claro: detener la despoblación, activar el sector primario y fomentar el relevo generacional a través del emprendimiento juvenil».

Más de un centenar de acciones ya en marcha

Desde el inicio del proyecto, todos los municipios convocados han presentado iniciativas. «Nos hemos llevado una grata sorpresa: no solo respondieron todos, sino que cada uno propuso más de una actividad. Ya manejamos más de cien acciones repartidas por toda la geografía canaria», explica Alonso. Entre ellas hay desde talleres formativos hasta mercados de kilómetro cero, guías gastronómicas locales, acciones de dinamización cultural o ferias de emprendimiento rural.

«El planteamiento ha sido claro: escuchar primero. Hemos partido de lo que los propios ayuntamientos han solicitado y diseñado, respetando la idiosincrasia de cada zona y sin imponer modelos desde fuera», añade el consejero delegado. Una de las claves del proyecto es que la ejecución recae sobre agentes y empresas locales, garantizando que la riqueza generada se quede en el territorio.

Formación, juventud y producto local como pilares

Uno de los ejes más destacados del plan es la apuesta por los jóvenes emprendedores rurales. «Queremos aflorar ese talento oculto en nuestras medianías. Hay jóvenes con ideas valiosas en agricultura, ganadería, gastronomía o turismo de cercanía que solo necesitan apoyo institucional para ponerlas en marcha», sostiene Alonso. Para ello, se han activado programas de formación y visibilización que permitan conectar a nuevos agentes con los recursos y redes necesarias.

El otro gran pilar es el producto canario. «GMR lleva décadas defendiendo el producto local. Pero hoy más que nunca hay que reforzar su posicionamiento, su valor añadido y su rentabilidad. No se trata solo de tradición, sino de una opción estratégica para la sostenibilidad del territorio», defiende. En este sentido, proyectos como “Crecer Juntos” y “Dinamiza Rural” son complementarios, y buscan conectar al sector primario con la restauración, el comercio y el turismo sostenible.

Mirada estratégica hacia el futuro

GMR Canarias cumplirá 40 años en 2026, y lo hará con un plan estratégico renovado. Alonso admite que el peso del sector primario en el PIB sigue siendo bajo, pero subraya que «la conciencia social ha cambiado: hoy hay más sensibilidad sobre el valor del paisaje, del campo, del producto de proximidad. Y eso puede ser la base para diversificar la economía canaria, que no puede depender solo del turismo».

A corto plazo, la prioridad es lograr que todas las acciones del plan tengan un retorno claro sobre la población local. «Estamos midiendo ya impactos en lugares como La Restinga, donde las actividades han movilizado a cientos de personas. Habrá un análisis detallado del impacto económico, formativo y social del plan. Pero lo fundamental es que esta estrategia se convierta en una herramienta estable, que no se limite a un año de ejecución».

Territorio, cercanía y gobernanza compartida

Alonso concluye con una reflexión sobre el papel de la política local: «He sido concejal y sé lo difícil que es gestionar desde los municipios. Este plan quiere ser útil, no burocrático. Quiere ayudar sin molestar. Acompañar sin sustituir. Apostamos por una gobernanza compartida, en la que los ayuntamientos lideren el cambio desde dentro». Con ese espíritu, GMR se plantea como una herramienta al servicio de las comunidades rurales, en busca de un desarrollo equilibrado, inclusivo y sostenible.