Unicef pone sobre la mesa la «epidemia mundial de obesidad»

Niños y niñas en un taller de cocina | Foto: Pixabay

Niños y niñas en un taller de cocina | Foto: Pixabay

Rosa Gloria Suárez López de Vergara, presidenta del Comité Canarias de de la organización, señala que «la industria tiene un gran poder de influencia en la infancia y en los gobiernos»

Rosa Gloria Suárez López de Vergara, presidenta de UNICEF Comité Canarias, analiza el informe «Alimentando el negocio: cómo los entornos alimentarios ponen en peligro el bienestar de la infancia» y alerta de que, por primera vez, el índice mundial de obesidad supera al del bajo peso entre niños y niñas en edad escolar y adolescentes. Sostiene que vivimos en «entornos obesogénicos» donde la oferta de productos ultraprocesados, la presión publicitaria y la débil regulación empujan a la infancia hacia hábitos poco saludables, con consecuencias que se arrastran a la edad adulta. «El retroceso es una misión casi imposible», afirma. 

Limpieza del diagnóstico: una epidemia que ya es global

Suárez contextualiza el informe recordando que la OMS declaró la obesidad «epidemia del siglo XXI» hace un cuarto de siglo y subraya que la crisis ya no se limita a países de renta alta: también crece en entornos de ingresos medios y bajos que antes convivían principalmente con la desnutrición. «Se constata ese problema de incremento del sobrepeso y la obesidad infantil a nivel mundial», dice. 

Entornos obesogénicos: oferta, escaparates y tentación permanente

La presidenta describe «prácticas poco éticas» y escenarios cotidianos —centros comerciales, calles, supermercados— donde a «la altura» de los niños se acumulan «ofertas muy atractivas» de alimentos «ricos en grasa, sal y azúcares». Reconoce que incluso los adultos «volvemos a caer en esa tentación» y señala que este ecosistema publicitario «favorece ese entorno» que normaliza opciones de baja calidad nutricional. 

De los hábitos a la enfermedad: consecuencias que duran toda la vida

Según Suárez, la exposición temprana moldea el gusto: «Nos acostumbramos a un paladar determinado». En la infancia se desplazan frutas, hortalizas y proteínas de calidad por productos hipercalóricos y pobres en nutrientes. El resultado es un aumento de diabetes tipo 2, patologías cardiovasculares y algunos cánceres, además de «problemas de autoestima, ansiedad y depresión». Y advierte: «Cuando ya adquiere un nivel de sobrepeso y sobre todo de obesidad, el retroceso es una misión casi imposible». 

Publicidad e influencia: del código voluntario a la regulación eficaz

Suárez pone el foco en el poder de mercado: «La industria tiene un gran poder de influencia en la infancia y adolescencia, pero sobre todo también en los gobiernos». Recuerda el código PAOS de autorregulación publicitaria y su carácter «voluntario», y sostiene que «estas medidas deben ser transformadoras, que se obligue sobre todo a la industria a ser rigurosos» para garantizar el derecho de la infancia a entornos saludables. Denuncia, además, que «la publicidad digital está poco regulada» y que «los influencers arrasan con la adolescencia». 

Escuela y comedores: un paso adelante con calendario

La responsable de UNICEF Canarias celebra el «pasito» del Real Decreto aprobado en 2025 para reforzar la alimentación saludable en los comedores escolares, espacios donde «casi la mitad de la población infantil» come «por lo menos una vez al día». Precisa que su aplicación se prevé en 2026 y lo considera una oportunidad para fijar estándares claros en el entorno educativo. 

Reformular y etiquetar: tareas pendientes en el lineal

Suárez reclama retomar el proyecto de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) para la «reformulación» de procesados y ultraprocesados —anunciado en 2017—, «quedado un poco en el olvido» entre cambios políticos. Pide etiquetas «claras» y educación nutricional constante, porque «la gente no sabe leer el etiquetado». «Deben ser medidas transformadoras» para que, al elegir en el supermercado, los productos «no repercutan negativamente en la salud». 

La vida real de las familias: tiempo, cuidados e inflación

La presidenta reconoce la dificultad cotidiana: «Es muy complicado a veces estar toda la mañana afuera, llegar a casa, preparar comida… y recurrimos a lo más rápido». Por eso insiste en políticas que abaraten y faciliten el acceso a fruta, verdura y proteínas de calidad, y en el apoyo a las familias para planificar y cocinar con salud. «Hay mucho trabajo por delante», resume. 

Llamamiento a gobiernos, industria y medios: una agenda común

UNICEF plantea una hoja de ruta que combina regulación obligatoria de la publicidad —especialmente digital—, reformulación de productos, etiquetados comprensibles, comedores escolares con criterios de salud pública y educación alimentaria sostenida para familias y escuelas. «Todos tenemos que trabajar», remarca Suárez, y apela también a los medios: «Deben ser, digamos, pesados» en el mensaje de protección a la infancia y en la demanda de espacios urbanos y comerciales con «la mejor oferta» posible para niños y niñas. 

Dónde consultar el informe

El documento «Alimentando el negocio: cómo los entornos alimentarios ponen en peligro el bienestar de la infancia» está disponible en la web de UNICEF y es fácilmente localizable «poniendo en Google» el título del informe junto a «UNICEF» y «nutrición».