La pediatra Alicia González de Eusebio, de la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud, resume en hábitos sencillos las claves que se deben mantener todo el curso.
La pediatra Alicia González de Eusebio, de la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud, resume en hábitos sencillos —rutinas de sueño, actividad física diaria, mochila bien ajustada, higiene y alimentación— las claves para una «vuelta al cole» saludable que se mantiene todo el curso. Recomienda recuperar horarios de forma gradual, evitar pantallas antes de dormir, caminar al colegio cuando sea posible y cuidar meriendas y desayunos con fruta entera. «Son normas básicas que podemos cumplir todos», subraya.
Rutinas y sueño: ordenar los horarios con suavidad
Tras un verano de horarios flexibles, la especialista pide «poquito a poco ir adelantando» la hora de acostarse para que el cuerpo se readapte. Plantea establecer un ritual previo al sueño (cena tranquila, ducha, ambiente relajado, luces tenues y cálidas) y, una hora antes de ir a la cama, retirar las pantallas. En los mayores, aconseja dejar el móvil fuera del dormitorio «para que no haya tentaciones». «El sueño no es solo meterse en la cama», resume.
Flexibilidad con constancia
Las rutinas no deben vivirse como algo rígido: si un día no se cumplen, «tampoco pasa nada». Pero la constancia importa porque «la rutina les da seguridad, les ayuda al aprendizaje y les facilita la vida al final, a nosotros y a ellos». Mantener horarios similares para cepillado, comidas y meriendas ayuda a que el curso «vaya bien».
Actividad física y camino al cole
La referencia es clara: «al menos 60 minutos de actividad física diaria, de moderada a vigorosa». No hace falta que siempre sea una extraescolar: cuentan el parque, la plaza y los juegos al aire libre. Cuando las condiciones lo permitan, recomienda desplazamientos activos al colegio —a pie, en bici o patinete—, una opción que suma minutos de movimiento y puede implicar a madres, padres o abuelos.
Si falta sueño: se resiente la atención
Dormir poco o de forma interrumpida puede traducirse en «falta de concentración», «irritabilidad» y más inquietud motora durante el día. La pediatra recuerda, además, la asociación entre déficit de sueño y exceso de peso: «en Canarias tenemos hasta un 50% de niños con exceso de peso», motivo por el que Salud Pública impulsa el Plan de Obesidad Infantil (POICAN).
Mochila: peso, ajuste y orden
Para prevenir molestias, cita las pautas de la pediatría: la mochila debe pesar «no más del 10–15%» del peso corporal, llevar tirantes anchos bien pegados a los hombros y nunca colgar por debajo de la cintura. Los libros más pesados se colocan pegados a la espalda y se evitan objetos prescindibles que «a veces… no saben ni lo que llevan».
Higiene personal y respiratoria
La ducha puede ser por la mañana o por la noche: «no hay una regla fija», lo importante es mantener la higiene diaria. Insiste en el lavado de manos —antes de comer, al volver del parque o del colegio— y en toser o estornudar «utilizando el codo». Pide ventilar las aulas, algo factible en Canarias por el clima, y recuerda el cepillado dental «al menos dos veces al día» (idealmente también tras el comedor escolar).
Calzado: flexible, sujeto y transpirable
Nada de suelas rígidas: el calzado debe doblar con facilidad para permitir una buena pisada, sujetar bien el talón y ser de la talla y anchura adecuadas. En climas cálidos, añade, es preferible que «sea respirable» para evitar problemas cutáneos asociados al sudor. No recomienda marcas concretas: prima la funcionalidad.
Alimentación: meriendas sencillas y fruta entera
En desayunos, medias mañanas y meriendas, pide «evitar bollería, zumos, lácteos azucarados, refrescos y galletas», y optar por fruta entera —«que muerdan, que la mastiquen»— con el ejemplo de los adultos en casa. Son pequeños cambios que reducen azúcares libres y mejoran la saciedad.
«Son medidas básicas»
La «vuelta al cole» saludable no exige grandes gastos ni soluciones sofisticadas: se trata de ordenar rutinas, moverse a diario, cargar bien la mochila, lavarse las manos, ventilar y comer mejor. «Son medidas básicas» que, repetidas con paciencia y coherencia, los niños interiorizan y mantienen con la edad, subraya González de Eusebio.