Raquel Peligero Molina, directora de la Agencia Tributaria Canaria, achaca el descenso a la falta de turistas y el descenso de la población flotante.
La recaudación de los distintos impuestos en Canarias cayó un 21% a lo largo del año 2020, según indica la directora de la Agencia Tributaria Canaria (ATC), Raquel Peligero Molina, que destaca que, no obstante su importancia, supone menos de la mitad de lo inicialmente previsto.
Peligero, señala que la actual crisis no tiene motivaciones económicas, por lo que no afecta de manera estructural, sino más bien social. En cambio, durante la crisis económica del año 2008, la caída de la recaudación superó proporcionalmente a la del PIB. Por eso, un descenso del 21% en la recaudación de impuestos no es “tan malo dentro de lo malo”, máxime cuando esperaban un descenso de hasta el 54%. Indica que la caída obedece, sustancialmente, a la caída del consumo turístico por el descenso del número de visitantes y la reducción de la población flotante.
La ATC recauda dos grandes bloques de impuestos. Por una parte de los titularidad estatal en la que la gestión está cedida a la las comunidades, como sucede con el impuesto de donaciones, de actos jurídicos documentados o las tasas por el juego. Por otra parte están los tributos propios del Régimen Económico y Fiscal, como el IGIC, las matriculaciones y el AIEM.
Aplazamiento de los pagos
Peligero recuerda que el Gobierno canario ha puesto en marcha una serie de procedimientos a través del decreto 1/2021 que, entre otras medidas, posibilita aplazar los pagos del IGIC del primer trimestre del año. Se trata, señala, de paliar la falta de liquidez de las empresas y los profesionales. No obstante, recuerda que hay que presentar las declaraciones como en cualquier otro trimestre, pero el pago puede diferirse hasta el 20 de octubre de forma automática y sin intereses de demora. Antes del 20 de octubre se puede solicitar, además, el pago fraccionado de la deuda. La directora de la ATC desconoce si llegado ese momento, el Gobierno canario pondrá en marcha nuevas facilidades para las empresas y los profesionales.
Destaca que las facilidades en el aplazamiento de los tributos posibilita que las empresas puedan acogerse a las distintas ayudas que exigen estar al corriente de los pagos con las administraciones. Concretamente, el artículo 3 del decreto reconduce esta situación al permitir que, mediante el aplazamiento de la deuda, se pueda cumplir con este requisito a condición de que se haya presentado la declaración trimestral.
Plantilla escasa
Peligero reconoce que la plantilla de la ATC es escasa, aunque con la perspectiva de incrementarse en un plazo breve. No obstante, señala el alto grado de eficiencia, como lo demuestra que no se haya dejado de atender a los contribuyentes. Asegura que la asignatura pendiente es avanzar en la digitalización sin descuidar la atención presencial.