PLOCAN lidera un ambicioso proyecto europeo para restaurar la biodiversidad marina

Proyecto Pharos

Proyecto Pharos

Pablo Reche, Project Manager del PHAROS, señala que no se trata solo de experimentar, «sino de transformar la acuicultura tradicional en un modelo sostenible».

El Proyecto PHAROS, financiado por la Unión Europea y coordinado desde Canarias por la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN), afronta el desafío de reducir el impacto humano en los ecosistemas marinos del Atlántico y del Ártico. Con una duración de cinco años y la participación de 24 socios europeos —incluidas diversas entidades canarias—, este programa busca combinar innovación tecnológica, transferencia de conocimiento y sostenibilidad ambiental en un modelo replicable a escala global.

Tres frentes para proteger el mar

Según explica Pablo Reche, Project Manager del PHAROS en PLOCAN, la iniciativa se enmarca en la misión europea Horizon Miss 2023 Ocean y trabaja sobre tres pilares fundamentales: restauración de ecosistemas y hábitats marinos, reducción de la contaminación procedente de la acuicultura tradicional, y lucha contra las especies invasoras. El objetivo último es reducir la pérdida de biodiversidad, restaurar equilibrios naturales y promover nuevas formas de producción más respetuosas con el entorno.

Canarias como laboratorio vivo

El corazón del proyecto en el archipiélago será el banco de ensayos de PLOCAN, frente a las costas de Telde. Allí se instalará una innovadora infraestructura de acuicultura multitrófica que combinará la cría de dorada con el cultivo de macroalgas e invertebrados. Esta integración permite que los desechos orgánicos generados por los peces —como excrementos y restos de alimento— sean absorbidos por las algas, contribuyendo a limpiar el entorno y reducir las emisiones de nutrientes que favorecen floraciones nocivas.

Reche destaca que este modelo contribuye también a la captura de carbono, mitigando el exceso de CO₂ atmosférico responsable del calentamiento global y la acidificación de los océanos. El cultivo de algas y especies filtradoras cumple así una doble función: sanitaria y climática.

Una red atlántica y ártica

Aunque PLOCAN es uno de los nodos centrales del proyecto, PHAROS se extiende por diversos enclaves estratégicos. Además de Canarias, se implementarán pruebas en Cabo Verde, Azores, Lanzarote, Islandia, Grecia (Islas Cícladas) y el delta del Danubio, en una red de colaboración que Reche define como «la semilla de una transformación estructural en la acuicultura europea». El enfoque regional incluye a la Macaronesia como uno de los espacios prioritarios de intervención.

Ciencia para la sociedad

Uno de los compromisos del proyecto es garantizar que el conocimiento generado no se quede en círculos académicos o institucionales. En este sentido, PLOCAN y sus socios han participado ya en foros como el European Ocean Day en Bruselas o los European Maritime Days en Cork, Irlanda, y tienen previsto asistir al Atlantic Forum de septiembre.

Además, PHAROS se articula con otros proyectos europeos con objetivos similares, como Bioprotect, generando sinergias que permitan compartir buenas prácticas y escalar modelos de éxito.

Mirada a largo plazo

El proyecto se extenderá hasta septiembre de 2029, pero sus impulsores esperan que los resultados perduren más allá del calendario. «No se trata solo de experimentar durante cinco años, sino de generar planes replicables a escala comercial», explica Reche. Las futuras fases contemplan ampliar la escala de producción, validar los beneficios ambientales y generar políticas públicas que promuevan esta transformación.

Desde Canarias, PLOCAN asume el reto de contribuir al bienestar de los océanos del futuro, conectando ciencia, innovación y sostenibilidad en una apuesta decidida por la economía azul.

El proyecto PHAROS (HORIZON-MISS-2023-OCEAN-01-03) está financiado por la Unión Europea (acuerdo nº 101157936) dentro del Programa HORIZON-MISS-2023-OCEAN-01 Clima, Energía y Movilidad de la Comisión Europea.