Las kellys canarias denuncian la sobrecarga de trabajo y su desprotección laboral

Protesta de las kellys en Gran Canaria | Foto Marcia Díaz

Protesta de las kellys en Gran Canaria | Foto Marcia Díaz

La portavoz de estas trabajadoras en Gran Canaria, Marcia Díaz, señala la intención de la patronal por sustituirlas por personas de afuera para empeorar sus condiciones.

La portavoz de las kellys en Gran Canaria, Marcia Díaz, denuncia la sobrecarga de trabajo de estas profesionales y su desprotección laboral, algo que han querido hacer llegar a la opinión pública a través de distintas concentraciones.

Contrataciones irregulares y despidos

Díaz señala que los problemas que sufren las kellys afectan a casi todos los órdenes de la relación laboral, comenzando por contrataciones irregulares y continuando con algunos despidos improcedentes. Respecto de las contrataciones, recuerda que la ley obliga a una única modalidad de contratos fijo con un mes de prueba, tal como lo establece la última reforma laboral, que no permite externalizar el servicio de limpieza de habitaciones. Además, en las islas no existe la temporalidad, por lo que no tiene sentido el trabajo temporal. 

Traer trabajadores de afuera

Sobre las recientes declaraciones del presidente de Ashotel, Jorge Marichal poniendo el foco en el absentismo laboral, Díaz señala que ese tipo de manifestaciones esconde la verdadera intención de la patronal de traer trabajadores de afuera «en malas condiciones laborales». 

Afirma que lo que defienden las kellys es el trabajo digno, no que las mujeres abandonen el sector de la hostelería, «pero sí queremos que lo hagan en condiciones laborales dignas».

Sobrecarga de trabajo y golpes de calor

Respecto de la reciente muerte de una trabajadora en Tenerife, Díaz asegura que detrás se esconde la sobrecarga laboral, el estrés y las dolencias acumuladas a lo largo de la vida, pues esas trabajadoras desempeñan sus funciones en muy malas condiciones, sin carros para el transporte de la ropa y los utensilios y sufriendo más de cuarenta grados de calor. 

Afirma que ese mismo día, en Gran Canaria, una compañera sufrió otro golpe de calor, pero, afortunadamente, no le costó la vida. A pesar de la baja médica, la empresa le envió un burofax anunciándole que está despedida por no haber superado el período de pruebas.