Las dificultades educativas para personas con necesidades especiales

Reunión del Diputado del Común con laFamilias ¿Y ahora qué hacemos? | Foto: Diputado del Común

Reunión del Diputado del Común con laFamilias ¿Y ahora qué hacemos? | Foto: Diputado del Común

Hablamos con Ruth Santana, de la plataforma Familias ¿Y ahora qué hacemos?, sobre las largas listas de espera en los centros ocupacionales.

Un video de Ruth Santana se hizo viral recientemente cuando denunció en las redes sociales la situación de su hija Texeida, de 22 años de edad, que acabó su recorrido educativo especial y ahora carece de una plaza donde seguir formándose, debido a la falta de centros de actividad ocupacional y las largas listas de espera.

Santana formaba ya parte de la plataforma Familias ¿Y ahora qué hacemos?, en las que padres y madres de jóvenes con necesidades educativas especiales se reúnen para buscar soluciones en casos en que las administraciones no se ocupan con la diligencia que debieran.

Señala que la plataforma se formó en el mes de noviembre, y que este mes de enero, se le informó que había una vacante de un centro ocupacional en su municipio. Sin embargo, cuando llamó al Cabildo de Gran Canaria, le dijeron que la plaza no era apta para Teixeida.

Asegura que su hija ha sufrido cambios en su conducta alimentaria y en el sueño desde que abandonó el centro educativo. Ruth señala que carece de herramientas para ayudar a su hija, y por eso hizo el video “como un desahogo”.

“A los 21 años se les para la vida”

Apunta que Teixeida estaba en un centro de educación especial, en el que se la atendía según su nivel y con profesores dedicados a potenciar sus capacidades. Por sus características, no podía realizar una formación profesional y, por tanto, tenía que acceder a un centro ocupacional, en los que hay una importante lista de espera para entrar, con el riesgo de que se tire a la basura todo lo que se ha avanzado con anterioridad: “A los 21 años se les para la vida”.

Señala que cada municipio debe tener un centro ocupacional, pero, por ejemplo, en Las Palmas de Gran Canaria no lo hay, por lo que las asociaciones tienen que salvar este inconveniente, pero se ven limitadas por la incertidumbre de las subvenciones.

Se ha reunido con Isabel Mena, consejera de Políticas Sociales del Cabildo de Gran Canaria, y con Noemí Santana, consejera de Asuntos Sociales del Gobierno canario, en reuniones “muy afables y correctas”, pero sin que hasta ahora se haya observado ningún cambio significativo.