La cirugía mayor ambulatoria ayuda a reducir las listas de espera

Marcos Antonio Granados, coordinador de la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria de Hospitales San Roque, nos habla de las ventajas de la cirugía mayor ambulatoria.

La Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) es un procedimiento quirúrgico de duración inferior a noventa minutos en el que existe el mínimo riesgo de complicaciones. El paciente, tras ser intervenido puede ser dado de alta en las siguientes veinticuatro horas. Se esta forma, señala Granados, los costes hospitalarios disminuyen y la recuperación de los pacientes en su domicilio se realiza de forma más satisfactoria. Se trata de “una ayuda tremenda para el servicio público sanitario pues reduce las listas de espera”.

Hospitales San Roque es el primer hospital privado que tiene una unidad de cirugía mayor ambulatoria, en funcionamiento desde el pasado 8 de mayo gracias a una inversión muy importante que ha permitido la rehabilitación de toda una planta. En febrero o marzo la unidad estará completamente funcional, permitiendo el seguimiento telemático o domiciliario del paciente. Esto supondrá un valor añadido al ya eficiente sistema actual en el que los pacientes son monitorizados por los especialistas, “pero nuestra intención es reforzar este seguimiento domiciliario”.

La Asociación Española de Anestesiología establece los criterios por los cuales unos pacientes pueden ser declarados aptos para recibir este tipo de cirugía, mientras otros han de ser operados de forma tradicional con estancia hospitalaria. Granados señala que dicha asociación establece hasta 175 procedimientos quirúrgicos que son posibles con este procedimiento, principalmente en las áreas de cirugía general, otorrino, traumatología, oftalmología, urología, digestivo y ginecobstetricia.

El procedimiento se inicia en las consultas externas del centro hospitalario, en las que se hace una valoración de los pacientes que incluye la consulta pre anestésica. En ese momento se realiza una preparación de los pacientes porque hay que cumplimentar una serie de protocolos de recuperación de las constantes previa a la cirugía. De este circuito se excluyen pacientes con un riesgo anestésico alto, o que requieran una monitorización compleja o que no cuenten con el apoyo social adecuado.