El informe ANAR revela que más de la mitad de los menores desaparecidos huyen de su entorno familiar

Presentación del Informe ANAR 2024 | Foto: Fundación ANAR

Presentación del Informe ANAR 2024 | Foto: Fundación ANAR

Diana Díaz, directora de la línea de ayuda, alerta del aumento de casos de desaparición de menores y del trasfondo emocional y familiar que los impulsa

Durante 2024, el Teléfono ANAR para casos de niños, niñas y adolescentes desaparecidos (116000) ha atendido a 1.171 menores y sus familias en España. Así lo recoge el último informe presentado por la Fundación ANAR, una radiografía que evidencia que el 57,6% de estas desapariciones son por fuga voluntaria o ideación de fuga. Diana Díaz, directora de las líneas de ayuda de la fundación, subraya que detrás de estos actos suele haber conflictos familiares, problemas emocionales y entornos poco protectores.

Fugas, expulsiones y secuestros parentales

Según explica Díaz, además de las fugas, el segundo motivo más frecuente son las expulsiones del hogar (23,7%), seguidas de las sustracciones parentales, tanto nacionales como internacionales (12,4%). También se registran casos de pérdidas accidentales y secuestros por parte de terceros (1,9%). Aunque estos últimos son menos frecuentes, la responsable advierte que deben ser atendidos con rapidez: «cuando alguien ve a un niño siendo forzado a subir a un coche, no hay que dudar: hay que llamar al 116000 o a las autoridades».

La atención se extiende también a menores migrantes no acompañados, aunque los casos gestionados en este ámbito apenas representan el 0,6%. Para Díaz, es un dato que preocupa: «no estamos llegando a ellos como deberíamos».

Tristeza, ansiedad y violencia en el hogar

La salud mental aparece como un factor clave en las desapariciones. «Más del 63% de los menores relatan haber sufrido tristeza, ansiedad, miedo o incluso ideas suicidas antes de desaparecer», señala Díaz. En muchos casos, los adolescentes abandonan sus hogares tras una larga exposición a maltrato psicológico, conflictos con sus padres o falta de apoyo afectivo.

Las familias que atraviesan estas situaciones suelen estar desbordadas. El equipo de ANAR ofrece no solo atención inmediata, sino seguimiento psicológico continuado mediante el modelo de «case manager», por el cual un profesional mantiene contacto directo con los afectados hasta la resolución del caso.

Adolescentes, especialmente chicas, las principales víctimas

El informe revela que el perfil mayoritario de menor desaparecido corresponde a adolescentes, en especial chicas. El 59,3% de los casos atendidos en 2024 corresponden a niñas y adolescentes, que también son las que más llaman a la línea de ayuda. Las cifras también muestran que un 3,2% de los menores desaparecidos presentaban alguna discapacidad, lo que agrava su vulnerabilidad.

El entorno familiar sigue siendo el principal contexto de partida: el 80% de los menores vivían con al menos uno de sus progenitores, y en más de un tercio de los casos se trataba de hogares monoparentales.

Señales de alerta y prevención

«Cualquier cambio brusco en el comportamiento de un menor debe encender las alarmas», afirma Díaz. Aislamiento, impulsividad, problemas en el colegio o verbalizaciones como «me quiero ir» no deben ignorarse. «Si vemos que empieza a preparar una mochila o a despedirse, hay que actuar», insiste.

Desde ANAR se incide en la necesidad de fortalecer la comunicación en casa, pedir ayuda profesional ante la sospecha de un problema y, sobre todo, no minimizar las señales de angustia emocional.

El Teléfono ANAR 116000 está disponible las 24 horas, los 365 días del año, de forma gratuita y confidencial. Atiende no solo a las familias de menores desaparecidos, sino también a cualquier ciudadano que pueda aportar pistas o colaborar. Como concluye Diana Díaz: «a cualquier familia le puede pasar. Estaremos ahí para ayudar, siempre».