El 70% de los casos de EPOC no están diagnosticados

La neumóloga Tatiana Castañeda en su despacho de Hospitales Universitarios San Roque | Foto: HUSR

La neumóloga Tatiana Castañeda en su despacho de Hospitales Universitarios San Roque | Foto: HUSR

La neumóloga Tatiana Castañeda, de Hospitales Universitarios San Roque, insiste en la importancia de la prevención, el diagnóstico precoz y el abandono del tabaco para evitar que esta enfermedad silenciosa limite la calidad de vida de la población.

Coincidiendo con el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), que se conmemora cada tercer miércoles de noviembre, la neumóloga Tatiana Castañeda Mato, de los Hospitales Universitarios San Roque, alerta de que alrededor del 70% de las personas que padecen esta patología respiratoria en Canarias no saben que la tienen. La especialista insiste en la importancia de la prevención, el diagnóstico precoz y el abandono del tabaco para evitar que esta enfermedad silenciosa limite la calidad de vida de la población.

Una especialidad clave para las enfermedades respiratorias

Castañeda explica que la neumología es la especialidad médica que se encarga de diagnosticar, estudiar y tratar las enfermedades del aparato respiratorio, desde el asma y la EPOC hasta las neumonías, la fibrosis pulmonar o los trastornos del sueño como las apneas. 

Recomienda acudir al neumólogo cuando existe una tos persistente de más de ocho semanas, dificultad para respirar, ruidos o silbidos en el pecho, especialmente nocturnos, o infecciones respiratorias de repetición que obligan a tomar antibióticos varias veces al año. Añade que todas las personas que fuman o han fumado «tendrían que visitar por lo menos una vez al neumólogo para realizar un diagnóstico correcto».

Una enfermedad silenciosa ligada al tabaquismo

La especialista describe la EPOC como una enfermedad que daña progresivamente los pulmones y dificulta cada vez más la respiración. Se la considera silenciosa porque sus síntomas —tos crónica, producción de flemas, sensación de falta de aire— aparecen de forma lenta y mucha gente los confunde con signos normales de la edad. 

Señala al tabaquismo como causa principal: «Nueve de cada diez personas con EPOC son fumadoras o exfumadoras», afirma, aunque recuerda que también puede estar relacionada con el humo de leña, la contaminación del aire o la inhalación de polvos y agentes químicos en determinados entornos laborales, como la construcción o algunas fábricas, donde la vigilancia de la salud incluye pruebas de función pulmonar para detectar daños a tiempo.

Vivir mejor con EPOC: dejar de fumar, vacunarse y moverse

Castañeda subraya que el daño pulmonar producido por la EPOC no se puede revertir, pero sí se puede controlar. «Si se diagnostica a tiempo, se deja de fumar y se recibe el tratamiento correcto, el paciente puede tener una buena calidad de vida y evitar las crisis respiratorias», sostiene. 

Entre las recomendaciones para mantener los pulmones sanos, la neumóloga destaca en primer lugar no fumar, vacunarse cada año frente a la gripe y frente al neumococo, y practicar ejercicio de manera regular: caminar 30 minutos al día o realizar actividad física en el agua, como natación o aquagym, ha demostrado mejorar la función pulmonar. A ello suma la importancia de hidratarse bien, mantener los espacios ventilados y consultar al médico ante cualquier síntoma respiratorio persistente. 

Su mensaje final, en un día dedicado a concienciar sobre la EPOC, es claro: «Respirar bien, vivir bien. Hay que cuidar nuestros pulmones igual que cuidamos el corazón, porque la prevención y el diagnóstico temprano pueden marcar la diferencia entre una vida con limitaciones y una vida plena».