Correr, ¿para qué y hacia dónde?

A propósito de una visita el pasado sábado a la Binter Night Run de Las Palmas de Gran Canaria, Moreno ha llegado a la conclusión de que, desde la perspectiva de la Antropología, “el running no hay por dónde cogerlo”. Esto es así, señala, porque si bien es cierto que el ser humano ha corrido siempre, la forma actual de correr para volver al mismo sitio de partida a la mayor velocidad posible es completamente novedosa.

Moreno señala que la carrera es consustancial al ser humano y, probablemente, fue la primera arma que se utilizó para cazar: “A los animales se les cazaba por puro cansancio. Efectivamente un ciervo puede correr más rápido y un tigre también, pero no durante mucho tiempo. El ser humano puede estar corriendo durante cuatro horas, algo que no está al alcance de ningún animal”.

Correr por correr

Eso, dice, tiene lógica, porque se corre con algún objetivo. Pero correr por correr para llegar al mismo sitio es antieconómico. Máxime cuando se corre solo para “llevar un reloj que te diga que haz hecho 5 kilómetros en tres segundos menos que ayer. Qué prisas debes tener para que llegar al mismo sitio cinco segundos antes sea un mérito. Si te quedas sin moverte, que es lo que yo hice, llegas muchísimo antes. Y, sin embargo, te descalifican”. Moreno señala que, al término de la prueba, los corredores de la carrera de 5 kilómetros estaban muy contentos porque todos habían hecho el mejor tiempo de su vida. ¿Casualidad? El periodista se puso a investigar el hecho y la realidad es que el itinerario de 5 kilómetros era en realidad de 4,5: "¡Así cualquiera!”.

El periodista señala otras anécdotas ocurrida durante la carrera, como el sorprendente contenido de la bolsa de los corredores.