Aproximación a una teoría del sobaco

La axila, dice el periodista cultural Javier Moreno, ha vuelto a ponerse de moda gracias a las habilidades comunicacionales de un concejal del PP de un pueblo de Cuenca.

Un concejal y portavoz del Partido Popular en Barajas de Melo (Cuenca) ha publicado un tweet que reza: “Espero que si esta tipa es vicepresidente del Gobierno de España se afeite los pelos del sobaco cuando nos represente”, en referencia a la diputada Irene Montero.

"Conviene recordar para quien no lo sepa", dice Moreno, que el sobaco es "la cavidad o hueco que se forma en la parte inferior de la unión del brazo con el tórax" y se llama así porque se refiere a lo que está "debajo del arco" es decir, el "sub arcus". El sobaco nunca ha estado ausente de nuestro imaginario pues "durante mucho tiempo se hablaba de que los niños venían con un pan bajo el brazo", es decir, a la altura de la axila, "lo que lo convertía en el famoso pan sudado". Además, y durante la transición era muy común llevar un ejemplar del diario EL PAÍS en el sobaco "a lo peor para distinguirse de los que llevaban el ABC en la entrepierna".

Históricamente, el sobaco ha sido el "enemigo cultural" de la mujer, "no tanto por culpa de los dichosos pelos que tienen la mala costumbre de surgir ahí y proliferar con mala uva sino porque los hombres creen que el pelo es una cosa masculina salvo que esté en la cabeza". Para Moreno, "esta cosa cultural de la relación entre la mujer y los pelos es sumamente liosa, porque a las mujeres se les permite tener muchísimo pelo en la cabeza a condición de que no lo tengan en ningún sitio más". En cambio, dice Moreno, "los hombres podían tener pelo en exceso donde quisieran salvo, precisamente, en la cabeza".