El portavoz de Asalariados Unidos del Taxi, Cristo García, asegura que se sienten desprotegidos «mientras aumentan las peleas en plena calle».
El portavoz de Asalariados Unidos del Taxi, Cristo García, asegura que la situación de inseguridad ciudadana en Las Palmas de Gran Canaria se agrava cada semana. «Hay una rabia contenida», dice, y lamenta que las denuncias del colectivo se menosprecien «en favor de estadísticas que no reflejan la realidad». García habla de un fenómeno que define como «violencia social en los espacios públicos», y que incluye peleas colectivas en zonas céntricas como la calle Presidente Alvear, donde afirma haber presenciado trifulcas entre más de veinte personas en plena madrugada.
Inseguridad en aumento
García afirma que «la inseguridad ciudadana sube sin ningún género de dudas» y denuncia que salir a trabajar por la noche se ha convertido en una actividad de riesgo. «Entre las 3:30 y las 6:30 de la mañana es cuando vivimos los momentos más críticos», señala. Según explica, muchos compañeros han optado por evitar esos turnos debido al miedo y la indefensión.
Sin etiquetas, pero con datos preocupantes
El portavoz insiste en que sería un error vincular la delincuencia con una nacionalidad concreta. «Los últimos cuatro casos de agresiones a taxistas han sido protagonizados por personas de diferentes orígenes, incluyendo ciudadanos canarios», apunta. Lo preocupante, subraya, es que el problema se ha generalizado y que no hay una respuesta efectiva. «El peligro es real, independientemente de quién lo provoque», afirma.
Falta de efectivos y zonas críticas
El colectivo reclama presencia policial permanente en puntos como el Parque San Telmo, donde se registran numerosos delitos. «Nos dicen que no hay efectivos. Esa es la cruel realidad», sostiene García. Asegura que incluso se ha tenido que recurrir a seguridad privada con perros. También identifica como focos de riesgo los alrededores del Parque Santa Catalina y varios barrios históricos con problemas recurrentes.
Estadísticas engañosas
Cristo García también critica el uso político de las cifras oficiales. «En 2022 denuncié públicamente la inseguridad, y la respuesta institucional fue que las estadísticas decían otra cosa», recuerda. «Pero esas cifras dependen de quién las elabore, cómo, cuándo y dónde. No reflejan la auténtica realidad que vivimos en las calles».
La denuncia de Asalariados Unidos del Taxi se suma a otras voces que alertan del deterioro de la convivencia en algunos espacios urbanos. El colectivo exige medidas concretas, como el refuerzo policial en zonas clave y una mayor coordinación institucional para afrontar un fenómeno que, afirman, «ya no se puede seguir ignorando».