El vicealcalde de Telde y senador del Partido Popular reconoce su vehemencia e impulsividad pero condena que se le califique de persona violenta como ha hecho Nueva Canarias.
El vicealcalde de Telde y senador del Partido Popular, Sergio Ramos, afirma sentirse respaldado por todo el partido y, en especial, por el presidente insular, Miguel Jorge, y por el líder regional, Manuel Domínguez. Por ese motivo, considera que no hay vinculación entre su actuación y la dimisión de la presidenta del PP en Telde, Sonia Cáceres.
Vehemente, impulsivo, pero no violento
En otro orden de cosas, afirma no sentirse perseguido por Nueva Canarias, pero reconoce que en el pasado pleno municipal puso de relieve que una una reunión con vecinos en Salinetas, el primero en tomar la palabra fue una persona de esa formación política para llamarlo «sinvergüenza» y para hacer aseveraciones sobre la madre de Ramos, lo cual considera inaceptable.
Ramos señala que a veces eleva el tono, que es vehemente e impulsivo en la defensa de sus posiciones políticas, pero no se reconoce como una persona violenta. Por ese motivo, le duele que sus hijos tengan que escuchar eso de su padre por parte de dirigentes de Nueva Canarias.