Santa Cruz de Tenerife aplaza el encendido del alumbrado navideño al fin de semana

El concejal Alfonso Cabello señala que la razón obedece a la alerta por los fuertes vientos.

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha decidido aplazar la inauguración del alumbrado navideño, previsto para este jueves, y trasladarlo al próximo sábado ante la alerta declarada por vientos y lluvia de  fuerte intensidad. A juicio del concejal de Presidencia, Organización, Tecnología y Participación Ciudadana y presidente del Organismo Autónomo de Fiestas, Alfonso Cabello, no era razonable, en estas condiciones, tener a los técnicos trabajando en lo alto de las grúas.

Cabello es un fiel defensor del alumbrado navideño pues, a su juicio, la luz hace más atractivas las calles de la ciudad y permite un mayor disfrute de sus comercios y locales de restauración, “generando dinamismo económico y social”. Considera que es necesario mantener el espíritu navideño “a pesar de la situación en la que estamos”.

Nos jugamos mucho

El concejal afirma que en estos momentos, Santa Cruz de Tenerife se juega “mucho”, por lo que es preciso tomar todas las medidas que permitan dinamizar la economía, dentro de los márgenes sanitarios recomendados. Para que todo marche lo mejor posible, apunta Cabello, se requiere de la participación ciudadana, planificando las compras y tratando de adelantarlas todo lo posible. Entre el trabajo de las administraciones y de la ciudadanía, dice el concejal, se puede conseguir asegurar los empleos de la ciudad. Recuerda que Santa Cruz de Tenerife tiene la mayor bolsa de trabajadores en ERTE: “Vivimos un punto de inflexión muy importante”.

Sociedad de Desarrollo

Sobre la situación de la Sociedad de Desarrollo de Santa Cruz de Tenerife, Cabello afirma que la ha encontrado “al ralentí” pues, a su juicio, “le falta un poco de tensión”. Apunta que si bien se trata de una empresa “bien planificada”, en la etapa de su antecesora, Matilde Zambudio, “se había alejado de los sectores y los colectivos”. 

Considera que las actuaciones “hay que hacerlas con  la gente”, pero estima que “con un exceso de soberbia”, Zambudio intentó hacerlas “a pesar de la gente”.