El coordinador científico del Instituto Volcanológico de Canarias considera que, atendiendo a la experiencia anterior, la erupción de La Palma se puede extender varias semanas.
El coordinador científico del Instituto Volcanológico de Canarias, Nemesio Pérez, afirma que la erupción del volcán de La Palma le produce una sensación “agridulce” porque si bien se trata de “un espectáculo”, no es menos cierto que a su paso arrasa muchos terrenos y produce daños a las fincas y a viviendas que constituyen los “sueños de muchos años”: “Es algo que rompe el corazón”.
Cultura volcánica
Pérez considera que este volcán debe contribuir a crear una mayor cultura de la prevención vulcanológica, porque no es posible seguir urbanizando como se ha venido haciendo hasta ahora: “Tenemos que saber vivir con el territorio que tenemos”. Pide a la ciudadanía y a las autoridades que no olviden que vivimos sobre un volcán activo: “Tenemos que gestionar mejor nuestro territorio”.
Se felicita del trabajo desarrollado por las instituciones científicas, en cuanto la erupción ha confirmado las hipótesis que se pusieron encima de la mesa. Recuerda que la ciencia no trabaja con “una bola de cristal”.
Evolución
Señala que, después de la erupción, se está en un escenario distinto, en el que hay que seguir buscando los datos que permitan observar si la emanación va menguando. Esto se hace midiendo los niveles de dióxido de azufre, algo que ya ha comenzado este mismo domingo.
Apunta que, sin embargo, es difícil hacer predicciones sobre la evolución y el término de este fenómeno, algo que puede suceder en unas pocas semanas o en unos poco meses: “Si tomamos el promedio, podemos hablar de un mes o mes y medio, o tal vez menos”.