Las izquierdas canarias, satisfechas con la investidura, mientras las derechas denuncian la polarización

Los diputados Pedro Quevedo (CC-NC), Héctor Gómez (PSOE) y Guillermo Mariscal (PP), y la portavoz de Ciudadanos, Melisa Rodríguez, se posicionan sobre el nuevo Gobierno.

El diputado de Coalición Canaria-Nueva Canarias, Pedro Quevedo, califica de "lamentable" la división del voto nacionalista en la investidura de Pedro Sánchez este martes. Asegura que la "clave" del voto negativo de la diputada Ana Oramas obedeció a que "no aceptaba un gobierno con Podemos". Apunta que la diputada estaba "nerviosa" porque "ha sido una situación muy dura", aunque "los motivos de esta decisión ya los venía anunciando": "Estaba muy incomoda con esto, al final ha actuado desde un punto de vista personal. Lo lamento muchísimo".

No hubo "precipitación"

Quevedo rechaza las críticas de que se precipitó al anunciar su voto favorable a la investidura. Señala que se puso sobre la mesa un documento de negociación y que "cualquiera que lo haya leído sabrá por qué estamos orgullosos, porque hemos vuelto a ser relevantes". En cualquier caso, apunta que podía haber gente interesada en llevar las negociaciones "más allá de los límites" y considera que es mejor ser relevantes que "irrelevantes porque dices que no todo el rato". 

Argumenta que si la investidura no hubiese salido adelante, se tendrían que haber convocado nuevas elecciones "y nos estaríamos echando las culpas unos a otros". 

Un gobierno socialdemócrata

El diputado nacionalista señala que el gobierno de Pedro Sánchez tiene un reto por delante, pero recuerda que está apoyado por el PNV y por Nueva Canaria que no son "unos energúmenos". Se trata, dice, de un gobierno socialdemócrata "como los hay en muchos países de Europa". 

Quevedo denuncia el lenguaje pre golpista de la ultraderecha y el "concurso" entre Pablo Casado y Santiago Abascal "a ver quien lo dice con más contundencia": "La verdad es que el espectáculo es lamentable, con la barbaridad de cosas que se pueden escuchar".

No contaban con el voto de Oramas

El diputado del PSOE por Santa Cruz de Tenerife Héctor Gómez afirma que todos los españoles están de enhorabuena por tener por fin un gobierno que cree que durará "mucho". Asegura que ahora hay que esperar la actuación del resto de las formaciones políticas "por si están por la labor del interés general". 

A Gómez no le ha sorprendido el voto negativo de la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, porque desde la dirección federal del PSOE no se contaba con su apoyo: "No podíamos depender de ese ejercicio táctico y hemos buscado apoyos donde ha sido oportuno".

Polarización, dicotomía y blanqueamiento

Guillermo Mariscal, diputado del PP por Las Palmas, denuncia que desde el PSOE se está intentando conformar la idea de que gracias a los socialistas y a la "ultraizquierda", la derecha no acabará con los derechos sociales en España: "Es un discurso muy arriesgado" y ahonda en lo que, a su juicio, han sido los tres puntos más graves de esta investidura: la polarización y la ruptura de la centralidad por parte del PSOE, la dicotomía entre democracia y legalidad, "poniendo en cuestión al Tribunal Supremo o a la Junta Electoral Central", y el  "blanqueamiento" de Esquerra Republicana de Catalunya, con un discurso "que no fue contradicho por el PSOE".

Asegura que cuando Ana Oramas dijo que votaría en contra, la portavoz del Grupo Socialista, Adriana Lastra fue llamada por el presidente del gobierno en funciones Pedro Sánchez a su escaño para que le diera explicaciones. 

Considera difícil alcanzar acuerdos con el PSOE porque, en su opinión, Pedro Sánchez actúa como si tuviera mayoría absoluta. Está convencido de que Sánchez tiene un modelo de sociedad con la que ya no comparte los principios.

Un gobierno "indigno"

La portavoz de la comisión gestora de Ciudadanos, Melisa Rodríguez, asegura que su partido intentó hasta el último día hablar con Pedro Sánchez para ofrecerle la posibilidad de gobernar en solitario con una mesa de colaboración "a tres", pero señala que también el PP dijo que no a esa mesa. Asegura que con esa opción de 221 escaños, Pedro Sánchez tenía la posibilidad de no estar en un gobierno "indigno". Considera que el problema de Unidas Podemos es que "tiene compradas las tesis de los partidos independentistas".