El portavoz, Manuel Dorta, advierte de que, aunque las 358 familias ahora "respiran tranquilas", no se darán por satisfechas hasta que esté todo firmado.
Dorta señala que las 358 familias del barrio de Añaza "respiran y duermen tranquilos" sin la presión de una entidad como el Banco de Santander sobre sus viviendas. Los inmuebles ya pertenecen al Gobierno canario, "y ahora solo falta que los vecinos vayan regularizando los contratos y ajustando los alquileres a las rentas de cada familia". Señala que si bien hay un compromiso por parte de las administraciones, "hasta que no todo firmado y sepamos las cuotas de alquiler y quien se hace responsable de las cuotas de mantenimiento no estaremos tranquilos".