La confianza y la empatía con el enfermo, clave en la labor de los rastreadores

Equipo de rastreadores | Foto: CONSEJERÍA DE SANIDAD Y BIENESTAR SOCIAL DEL CABILDO DE LANZAROTE

Equipo de rastreadores | Foto: CONSEJERÍA DE SANIDAD Y BIENESTAR SOCIAL DEL CABILDO DE LANZAROTE

El profesional sanitario, Baltasar Gómez, nos explica las dificultades de su trabajo en la isla de Lanzarote.

La confianza y la empatía con el enfermo son las claves para el éxito de la labor de los numerosos rastreadores de casos de covid-19 que desempeñan su trabajo en las distintas islas. Entre ellos, Baltasar Gómez, señala que su trabajo en la isla de Lanzarote comienza cuando un médico del equipo covid, a través de información recibida de los laboratorios, les informan de algún brote de la enfermedad. Entonces contactan con esa persona y con sus familiares para que les expongan sus contactos en tres ámbitos: el familiar, el profesional y el relacionado con las actividades de ocio.

Señala que se han enfrentado a brotes de más de veinte casos, momento en el que hay que hilar “muy fino” porque se dispone de poco tiempo “para ganar la confianza y obtener información útil para la salud pública”. Apunta que lo que facilita la labor de los rastreadores es la colaboración de las personas y lo que la dificulta es el hecho de que “basta con que dos o tres personas no cumplan para que afecte a la salud del resto”. 

Exceso de confianza

Afirma que uno de los problemas de la actual situación es que cuando las personas están en una reunión de amigos, ninguno piensa que va a tener la covid: “La confianza hace que se relajen los protocolos”. Considera que no se debe caer en la estigmatización del enfermo y rechaza la cultura del chivato: “Hay que saber ponerse en el lugar del otro para cumplir las normas”.

Estima que, actualmente, la isla de Lanzarote cuenta con un nivel adecuado de efectivos, “pero nunca se sabe cuándo se puede producir un rebrote importante. Lo que se necesita es que la gente no nos engañe”.