Jesús Matilla: «La gran pregunta no es cuántas renovables había, sino por qué el sistema no se sectorizó a tiempo»

Reunión del Comité para el análisis del cero energético | Foto: Ministerio de Transición Ecológica

Reunión del Comité para el análisis del cero energético | Foto: Ministerio de Transición Ecológica

➤ «Las renovables son imprescindibles, pero la red debe modernizarse para integrarlas con seguridad» ➤ «Canarias va muy por detrás en transición energética: seguimos funcionando con fuel, un combustible obsoleto» ➤ «Prefiero fallos propios en nuestro modelo energético antes que depender de cero impuestos desde fuera»

«No se puede culpar a las renovables del apagón sin entender el problema estructural: el sistema eléctrico no supo contener el fallo». Jesús Matilla, presidente de la Asociación Canaria de Energías Renovables (ACER) y vicedecano del Colegio de Ingenieros Industriales de Santa Cruz de Tenerife, analiza con claridad técnica y sin evasivas el reciente apagón que dejó a millones de personas sin luz en España y Portugal.

Matilla afirma que, aunque aún no se conocen todos los detalles del incidente, está claro que «falló la capacidad de sectorización de la red», es decir, los mecanismos que deberían haber aislado la avería para evitar el colapso general. «No es solo cuánta energía renovable había ese día —que sí era mucha—, sino por qué no se activaron cortafuegos que existen para estas situaciones», apunta.

Renovables sí, pero con redes fiables

Según datos preliminares, el mix energético del día del apagón contaba con más de un 70% de generación renovable, especialmente fotovoltaica. Para Matilla, esto es una buena noticia que no debe convertirse en pretexto. «Hay un triángulo energético donde debemos equilibrar tres vértices: precio asequible, sostenibilidad y seguridad del suministro. No podemos escorarnos hacia uno solo», explica.

El ingeniero defiende que las renovables son clave no solo para la descarbonización, sino para la soberanía energética: «Generar nuestra propia energía nos hace más independientes y resilientes». No obstante, recuerda que «sin redes modernas ni capacidad de almacenamiento suficiente, cualquier sistema es vulnerable». En ese sentido, reclama «una inversión decidida y urgente en la modernización de la red eléctrica española», y señala que Europa ya cifra en 600.000 millones de euros el coste necesario para renovar sus infraestructuras energéticas.

Canarias, una asignatura pendiente

Matilla es especialmente crítico con la situación de Canarias, que define como «una liga completamente distinta respecto a la península». Mientras en el resto del Estado la penetración de renovables supera el 56%, en Canarias apenas alcanza el 20%. «Y seguimos usando fuel, un combustible que ya no utiliza prácticamente nadie en el mundo. Somos uno de los territorios más contaminantes y más atrasados del país en términos energéticos», denuncia.

La transición, asegura, ya ha comenzado, pero con lentitud: nuevos concursos para grupos de emergencia, planes de almacenamiento, impulso al autoconsumo y avances en energías distribuidas. «Lo que deberíamos haber hecho hace años, lo estamos haciendo ahora. Llegamos tarde, pero vamos por el camino correcto», indica.

Bombeo, baterías y mix de tecnologías

Preguntado por el papel del salto de Chira-Soria como sistema de almacenamiento para la isla de Gran Canaria, Matilla considera que los bombeos reversibles son «herramientas útiles, aunque costosas y lentas de ejecutar». Defiende la combinación con otras tecnologías como las baterías químicas, que «son más rápidas de instalar, cada vez más baratas y compatibles con el modelo insular». Para él, lo ideal es un «mix equilibrado» que combine soluciones centralizadas como el bombeo y modelos distribuidos como el autoconsumo con baterías.

El papel del gas en la transición

A diferencia de otros sectores que descartan el gas, Matilla considera que «debería tener un papel en la transición energética» como fuente de respaldo. «Es más limpio que el fuel, nos da flexibilidad operativa y nos prepara para tecnologías del futuro como el hidrógeno verde», dice. Y recalca: «Renunciar al gas sin tener una alternativa clara es un error».

Contra la ideologización energética

Matilla lamenta que el debate energético se esté contaminando con ideologías extremas. «No se puede opinar de la energía como si fuera un partido de fútbol. Aquí hacen falta datos, ciencia y responsabilidad». Por eso, defiende que, aunque se cometan errores, «es mejor construir un modelo propio que depender de lo que nos impongan desde fuera».

El presidente de ACER lanza un mensaje de urgencia: «Necesitamos avanzar en soberanía energética, acelerar la modernización de la red y asumir que la transición no será perfecta, pero es irrenunciable. Porque el verdadero riesgo no está en intentarlo, sino en no hacerlo».