La portavoz socialista Josefa Mesa asegura que el actual grupo de gobierno atraviesa una grave crisis interna que está afectando al municipio y no descarta un cambio si se logra una mayoría alternativa.
La reciente decisión de la concejala del Partido Popular, Acerina González Prieto, de abandonar su grupo y pasar al de no adscritos ha sacudido el panorama político en Guía de Isora, dejando al actual equipo de gobierno en una situación de debilidad parlamentaria. El grupo liderado por Coalición Canaria y el Partido Popular queda ahora en minoría, con nueve ediles, frente a los diez del PSOE, y dos concejales no adscritos que pasan a ser clave para la gobernabilidad del municipio.
Josefa Mesa, portavoz socialista en el consistorio y exalcaldesa, asegura que esta nueva configuración abre una oportunidad para revertir el rumbo político en el municipio. «Está claro que si uno de los dos no adscritos llega a un acuerdo con el PSOE, cambia el gobierno», confirma, aunque aclara que su grupo aún no ha decidido impulsar una moción de censura.
Crisis de gobierno y gestión paralizada
Mesa considera que los problemas de convivencia interna en el gobierno local no son nuevos y que la situación actual es fruto de un deterioro prolongado. «Sabíamos que había tensiones, que había concejales que no se hablaban, pero no teníamos constancia de la gravedad de los hechos que ahora se denuncian», explica en relación al escrito de renuncia presentado por la edil del PP, quien alega aislamiento, acoso laboral y vejaciones.
La portavoz socialista vincula esta fractura interna con la pérdida de subvenciones y proyectos que ha venido sufriendo el municipio: «Las dificultades del grupo de gobierno existen y también la ineptitud para gestionar un equipo cohesionado». A su juicio, el conflicto ha superado el ámbito personal y está repercutiendo de forma directa en la gestión diaria del ayuntamiento.
El papel de los no adscritos
En este nuevo escenario, las figuras de David Saúl Reyes —exconcejal de Coalición Canaria— y Acerina González —recién salida del PP— adquieren un peso determinante. Josefa Mesa admite que el PSOE ha mantenido algunos contactos con Reyes para consensuar posiciones en determinados plenos, aunque niega que exista un pacto previo o condicionado. Con González aún no ha habido comunicación directa, pero su grupo valora explorar las posibilidades de diálogo.
«Intentaremos en la medida de lo posible que todos los asuntos se puedan valorar y ver, como siempre hemos hecho: defendiendo los intereses de los vecinos y vecinas de Guía de Isora», afirma.
Cautela ante una posible moción de censura
Aunque las cifras permiten plantear una nueva mayoría, la portavoz socialista llama a la prudencia: «Ahora mismo no tenemos como premisa hacer una moción de censura. La situación es suficientemente grave como para hacer una valoración serena y tranquila». A su juicio, es responsabilidad del actual grupo de gobierno —ya sin mayoría— reconocer su incapacidad para sacar adelante proyectos y dar un paso al lado si no puede garantizar la gobernabilidad.
Ambiente tóxico en el gobierno municipal
Para Mesa, las denuncias de la edil del PP reflejan un clima de deterioro institucional que va más allá de las diferencias políticas. «La política exige rigor y seriedad para estar por encima de cuestiones personales, pero esta situación se ha ido de las manos», lamenta. Según ha observado, había episodios públicos en los que algunos concejales evitaban cualquier trato con González, lo que hacía prever un conflicto más profundo.
La portavoz del PSOE confía en que el nuevo escenario permita explorar salidas que devuelvan al ayuntamiento la estabilidad perdida: «Guía de Isora necesita volver a ser un municipio gobernable, con proyectos y una administración activa». Por ahora, su grupo se mantiene vigilante, valorando los acontecimientos y sin descartar pasos más decididos si las circunstancias lo requieren.