Cristina Jiménez: «Tecnología e inteligencia artificial mejoran la relación con el paciente en el ámbito sanitario»

Cristina Jiménez en el set de El Espejo Canario en Hospitales Universitarios San Roque

Cristina Jiménez en el set de El Espejo Canario en Hospitales Universitarios San Roque

➤ «Faltan médicos y Canarias sufre de manera especial esa carencia» ➤ «La concertación público-privada, sobre todo en Canarias, es una pieza fundamental del sistema» ➤ «A día de ya podemos atender patologías que hasta hace muy poco tiempo eran impensables»

La directora médica del Hospital Perpetuo Socorro, Cristina Jiménez, defiende que la tecnología y, en particular, la inteligencia artificial no alejan al personal sanitario del enfermo, sino todo lo contrario. «Para mí la tecnología y la inteligencia artificial en el ámbito sanitario ha venido a ayudarnos como sanitarios a mejorar la relación con el paciente», afirma, porque permite reducir tareas administrativas y ganar tiempo de escucha y acompañamiento en consulta.

De las mutuas laborales a la dirección hospitalaria

Jiménez dirige la actividad médica del Hospital Perpetuo Socorro desde diciembre de 2023 y reconoce que estos dos años «pasan demasiado rápido». Procede del ámbito de las mutuas, donde trabaja durante 23 años gestionando tanto prestaciones económicas como sanitarias vinculadas al mundo laboral, las bajas y el absentismo. No obstante, insiste en que esa etapa está cerrada: «No lo echo de menos, porque creo que esa etapa se acabó. Todo tiene un tiempo en la vida y para mí se acabó esa etapa y bien», explica.

Su experiencia en mutuas la lleva a interesarse por la comunicación verbal y no verbal y, en particular, por la detección de la mentira. Relata cómo algunos profesionales perciben que ciertos pacientes «a veces no se querían curar» y cómo eso condiciona el diagnóstico: si el relato no es fiable, resulta difícil ayudar. Por eso decide formarse en comunicación no verbal y formar a otros compañeros: «La idea es, si yo me formo en la comunicación no verbal, que es la que realmente me da información, voy a poder ayudar mejor al paciente», asegura.

Inteligencia artificial para humanizar la consulta

Frente al temor extendido a la digitalización, Jiménez sostiene que «estamos en un momento en el que tanto la tecnología como la inteligencia artificial nos da la sensación de que eso deshumaniza. Y yo digo todo lo contrario». A su juicio, estas herramientas «nos permiten estar más en contacto con ellos y dejar de lado un poco más las tareas administrativas que conlleva también la práctica sanitaria», lo que se traduce en más tiempo real de interacción clínica.

Esa apuesta ya se materializa en el Hospital Perpetuo Socorro. Explica que, hace una semana, el centro incorpora sistemas que transcriben y estructuran automáticamente la consulta: «Mis médicos pueden utilizar la inteligencia artificial para no tener que escribir en el ordenador hablando con el paciente. O sea, pueden mantener una interacción directa con el paciente sin escribir absolutamente nada y cuando acaba esa interacción, el informe se genera automáticamente». Para ella, el verdadero límite de la IA está en lo emocional: «La inteligencia artificial tiene datos que sabe utilizar y aprende de ellos. Pero esos datos vienen del ser humano», y la parte emocional «difícilmente va a poder conseguirla», lo que refuerza su papel como apoyo al vínculo humano, no como sustituto.

Inversión y transformación del Hospital Perpetuo Socorro

La directora médica reivindica la trayectoria del centro desde su fundación en 1959, cuando era «un hospital de referencia precisamente a pacientes crónicos, pacientes que iban a morirse», hasta la actualidad, en la que aspira a ser un polo de alta complejidad tecnológica. Detalla que, «desde el año 1990 hasta la actualidad el hospital ha invertido cerca de 100 millones de euros. Y en los últimos cinco años, después de la pandemia, 20 millones», dirigidos a mejorar tanto la capacidad como la calidad de la atención.

En 2023, el hospital inauguró dos plantas de hospitalización con 50 camas nuevas y cuatro quirófanos que «duplican» la capacidad quirúrgica, «domotizados» y dotados con sistemas avanzados para que «los especialistas que vienen a intervenir en nuestro hospital se sientan cómodos y el paciente, por supuesto, muchísimo mejor atendido». Además, el complejo se estructura en varios edificios, entre ellos el edificio Aurora y Kala by HPS, un centro especializado en cirugía plástica y estética que incorpora también dermatología y endocrinología para ofrecer «una salud integral, no solamente la parte estética».

Falta de médicos y salario emocional

Jiménez confirma que «faltan médicos en el sector» y que Canarias sufre de manera especial esa carencia. Compara la situación con una liga profesional en la que los hospitales compiten por talento y recuerda que, más allá del salario, las nuevas generaciones valoran de forma prioritaria las condiciones de vida: horarios, permisos, conciliación familiar y un entorno de trabajo humanizado. «El salario emocional cuenta mucho», resume.

Observa que el modelo histórico, basado en jornadas maratonianas y renuncias personales, ya no resulta aceptable para muchos profesionales: «Es otro perfil. Ahora mismo, la famosa gran renuncia también está en el sector sanitario», señala. Describe cómo, cuando se ficha a un médico, se le ofrece no sólo un sueldo, sino también «esto, lo otro, esta comodidad, esta otra» y constata que «eso lo valoran muchísimo» tanto quienes llegan como quienes podrían marcharse.

Concertación, eficiencia y papel de la sanidad privada

Preguntada por el equilibrio entre sanidad pública y privada, la directora médica afirma que la concertación «ahora mismo, sobre todo en Canarias, es una pieza fundamental». Reconoce a la sanidad pública como columna vertebral del estado del bienestar y considera que la privada no compite con ella, sino que la refuerza: «Nosotros somos centros privados que queremos dar un soporte a la sanidad pública, un soporte mayor incluso del que damos, porque creemos que estamos también, tenemos un reto con la sociedad para ayudarla». En su opinión, «habiendo una buena coordinación, aprovechando bien los recursos», los centros privados pueden ser «una ayuda muy importante».

Insiste en la necesidad de ajustar estructuras de control y gestión para mejorar resultados: «Yo creo que la eficiencia aquí es lo que prima», afirma. Cree que, con más recursos y mejor organización, se puede ganar eficacia en un sistema tensionado por las listas de espera y por la alta prevalencia de patologías crónicas en Canarias, donde enumera la diabetes y la depresión entre los grandes retos de salud pública.

Sociosanitario y cuidados en domicilio con apoyo tecnológico

Sobre el debate sociosanitario, Jiménez coincide en parte con quienes reclaman más plazas residenciales, pero matiza que «la sociedad está cambiando» y defiende modelos que permitan a las personas mayores y vulnerables permanecer en su entorno habitual: «La gente mayor, la gente que es vulnerable, se siente muchas veces muchísimo más cómoda en su domicilio que en un centro sociosanitario». Al mismo tiempo, reconoce que «no hay sitios para construir tanto» ni «personal suficiente» para dotar todos los centros necesarios.

Por eso apuesta con claridad por las soluciones de atención en domicilio apoyadas en tecnología e inteligencia artificial. Relata visitas a instalaciones donde se desarrollan «sistemas para mejorar toda esta calidad de vida de pacientes que ya están en una situación que no requieren la asistencia sanitaria, sino que requieren de cuidados» y describe robots que interactúan, entretienen, guían ejercicios y se coordinan con sistemas de videoconsulta para que cuidadores sin formación sanitaria puedan recibir apoyo experto. En ese escenario, reitera que «la inteligencia artificial es tan interesante en el ámbito de la sanidad porque nos ayuda a conectarnos mejor emocionalmente los seres humanos», reforzando una idea que atraviesa toda la entrevista: la tecnología, bien utilizada, no sustituye al médico, sino que le devuelve tiempo y profundidad en la relación con el paciente.