El consejero insular en el Cabildo de Gran Canaria, Ruymán Santana, aboga por la privatización del club para evitar su "instrumentalización política".
El portavoz de Ciudadanos en el Cabildo de Gran Canaria, Ruymán Santana, muestra su temor por la desaparición del Club Baloncesto Gran Canaria. En su opinión, es necesario abordar la privatización del club para evitar que se instrumentalice políticamente. Recuerda que el coste para las arcas públicas asciende a cuatro millones de euros, un dinero que “se debe destinar a estimular a niños y jóvenes en las prácticas deportivas”.
Señala que el presidente de la corporación, Antonio Morales, no está haciendo “nada” para evitar que el club desaparezca e, incluso, está “tratando de evitar que se venda, ocultando que exista ninguna oferta”. Entiende que el Cabildo debe tener una actitud proactiva y poner el club a disposición de la iniciativa privada.
Extremismos a “rebufo” de la inmigración
Sobre la gestión de la inmigración que llega a Canarias, Santana lamenta que formaciones políticas que no habían tenido nunca entrada en las islas aprovechen el “rebufo” de un fenómeno “que no termina de resolverse y que se convierte en un problema por la desidia del Estado”. Considera que Antonio Morales “no se ha escondido” en esta cuestión, realizando manifestaciones a propósito “de lo que no puede ser un trato con nuestra isla”. No cree que pueda exigirse “mucho más”.
Sin embargo, entiende que el desmantelamiento del campamento de Agüimes no fue acertado y lo achaca a que “no tuvieron conciencia de lo que se venía encima”. Cree que la ubicación en ese municipio hubiese sido más acertada porque no tiene la repercusión turística del puerto de Arguineguín.
“Solución política” en San Bartolomé de Tirajana
Santana, que es también secretario regional de Acción Institucional de Ciudadanos, defiende a la concejal del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, Inés Rodriguez, ante la decisión de la alcaldesa de vaciar de competencias su concejalía. Asegura que es una decisión “unilateral”, que “no tiene cabida en organizaciones que quieren cumplir el pacto”. Señala que su formación se orientará a mantener la estabilidad y solventar esa situación “incómoda”. Es indiferente de que el conflicto haya surgido por motivaciones personales o políticas, pero indica que “la solución tiene que ser política”.