El director del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Gran Canaria, Pascual Calabuig, nos explica cuántos cisnes negros han llegado realmente a Canarias y en qué islas han aparecido.
Calabuig señala que el caso de los números cisnes negros avistado por la ciudadanía es, en realidad, el caso de una pareja de cisnes de los que no se sabía que “se movieran con tanta velocidad”. Por eso, muchos ciudadanos veían cisnes por diversos puntos de la isla, cuando en realidad “solo son dos cisnes: un macho y una hembra”.
El caso se remonta a cuando dos cisnes negros fueron capturados por el Centro y se reubicaron en una finca en Santa Brígida con el corte previo de una parte de sus alas. Recientemente desaparecieron “y nos extrañó que desaparecieran porque no podían volar”. Lo cierto es que, a continuación, un cisne negro apareció en Mogán y fue capturado en Amadores. Entonces “vimos que era la nuestra. Se echó a volar en Santa Brígida y la misma tarde acabó en Mogán”, afirma.
El macho, sin embargo, estaba por la zona suroeste de la isla, “después lo vieron en Agaete, pero esa misma noche, nos llaman de Tenerife para alertarnos de la presencia de un cisne negro. Por la foto ya reconocí al macho”.
El experto señala que ha sido una historia tremenda, “la gente está tan harta de las noticias de Cataluña y de la corrupción que de alguna manera se ha volcado con el tema de los cisnes”.
Estos animales, de más de un metro de altura, no volverán a Santa Brígida porque, a la vista está, “no tiene las medidas de seguridad más adecuadas”.