Carmen Luisa Castro: La moción es una oportunidad para dar a Güímar el cambio que necesita»

Concejales, dirigentes del PP y el edil de NC tras presentar la moción de censura | Foto: PP de Güímar

Concejales, dirigentes del PP y el edil de NC tras presentar la moción de censura | Foto: PP de Güímar

La líder del PP defiende la vía legítima «para resolver el bloqueo institucional» y apunta que los concejales del PSOE que la apoyan «no son tránsfugas».

La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Güímar, Carmen Luisa Castro, encabeza una moción de censura presentada junto a un edil de Nueva Canarias y dos concejales del Partido Socialista, hasta ahora integrantes del grupo de gobierno. La iniciativa, registrada el lunes 1 de julio, pretende poner fin a lo que considera «una etapa marcada por la falta de liderazgo, la inseguridad ciudadana y una gestión paralizada».

Una decisión motivada por la mala gestión

Castro asegura que el paso dado no es fruto de una simple estrategia opositora, sino de un diagnóstico compartido por varios actores políticos. «Esto no es una moción de censura solo de la oposición», afirma, y explica que uno de los concejales de Nueva Canarias ya se encontraba fuera del gobierno, en la oposición. Los dos concejales socialistas, en cambio, permanecían en el grupo de gobierno, pero distanciados del alcalde Gustavo Pérez.

«Los concejales del Partido Socialista no son tránsfugas porque siguen siendo del PSOE», explica la portavoz popular. «Lo que han hecho es desvincularse de la gestión del grupo de gobierno y del señor alcalde por la mala gestión que están realizando», añade.

Inseguridad, servicios públicos y un ayuntamiento colapsado

Según relata Castro, los motivos del descontento no son menores: «Güímar sufre una crisis en la policía local que afecta a la seguridad, las comisiones de fiestas tienen que alterar sus horarios por falta de agentes, los servicios municipales están mermados, hay obras paralizadas y el ayuntamiento sigue teletrabajando». Además, asegura que existen sentencias condenatorias por sobrecostes en el proyecto del Bolete y que incluso hay en curso una investigación judicial por un presunto decreto falso denunciado ante la fiscalía.

En este escenario, la moción se plantea como una solución para «destrabar» una gestión atascada y dar a Güímar «dos años de cambio». «Sabemos que entramos en un plan económico y financiero, pero aún así vamos a intentarlo», sostiene.

Un acuerdo sin reparto de poder

La portavoz del PP insiste en que no ha existido ningún tipo de compensación política especial para quienes se han sumado a la moción. «No les hemos ofrecido más áreas, seguirán con las que ya gestionaban», subraya. De hecho, asegura que al principio ni siquiera querían entrar en el nuevo gobierno: «Decían que se iban a sus puestos de trabajo, pero yo les convencí de que era mejor que se quedaran y gestionaran para que los ciudadanos vieran que la culpa no era suya, sino del alcalde».

Entre los protagonistas de este giro político se encuentra Patricia Encinoso, edil socialista que habría sufrido una gran presión vecinal por la imposibilidad de garantizar seguridad en los actos festivos del municipio. «Ha tenido bastante, lo ha pasado mal», reconoce Castro.

Un procedimiento democrático

La dirigente popular recuerda que la moción de censura es «una herramienta democrática» prevista para situaciones de bloqueo. No es la primera vez que se produce una en Güímar: «Yo misma goberné tras una moción con Coalición Canaria», recuerda. A su juicio, quien no tiene mayoría debe asumir que está expuesto a este tipo de movimientos. «Y si no cuidas a tus concejales, pues…», concluye, dejando entrever que la ruptura se venía gestando desde hace tiempo.

Aunque el alcalde llegó al cargo por una moción de censura anterior, Castro considera que ha fallado en su papel de liderazgo. «Se lleva como el perro y el gato con sus concejales, eso era público y notorio. En las procesiones ni se ponían juntos», ironiza.

Convicción y estabilidad en el nuevo bloque

Castro confía en que no se producirá ninguna deserción antes del pleno del jueves 11 de julio, fecha prevista para la votación de la moción. «Ellos están muy convencidos del paso que han dado», asegura. Rechaza también la posibilidad de que el PSOE intente ahora retener a sus concejales con ofertas de última hora: «Puede que me ofrezcan a mí algo más», bromea.

Con este movimiento, el Partido Popular se perfila para retomar el gobierno municipal en un contexto inédito de alianzas entre formaciones tradicionalmente enfrentadas. «Si hay voluntad de cambio, hay camino. Lo que no puede hacer Güímar es seguir bloqueado otros dos años», concluye.