El consejero de Deportes del Cabildo afirma que la obra no va a endeudar a la corporación y adelanta que tendrá un retorno de inversión de un millón de euros anuales.
El consejero de Deportes del Cabildo, Aridany Romero, afirma que la corporación insular quiere que el nuevo Estadio de Gran Canaria sea una edificación «singular» que contribuya a la imagen de modernidad de Las Palmas de Gran Canaria.
«Un éxito colectivo»
Para el consejero, la consecución de la nominación de Gran Canaria como sede del mundial de fútbol masculino de 2030 es «un éxito colectivo, de toda la isla». Señala que, a partir de ahora se pondrá en marcha el concurso para decidir el proyecto con el que se va a remodelar el estadio, cuya decisión final corresponderá a un jurado compuesto por representantes políticos, técnicos y arquitectos de reconocido prestigio.
Veinticuatro meses
Señala que su deseo es que este concurso esté resuelto el próximo año, para comenzar las obras de forma inmediata y tener la obra terminada en el plazo de veinticuatro meses. Espera que la obra esté terminada en el año 2027, cuando otras sedes no tendrán sus estadios disponibles antes de 2028.
40.000 espectadores
En total, el nuevo estadio tendrá una capacidad de 40.000 espectadores netos. Romero señala que, aunque se trata de una obra de cierta complejidad, son modificaciones que ya se han hecho en otros lugares, por lo que espera que las obras puedan hacerse en el tiempo previsto. La previsión es que afecte lo menos posible a los partidos de la UD Las Palmas.
Un millón de retorno anual
El consejero indica que la remodelación del estadio no va a endeudar al Cabildo de Gran Canaria, pues asegura que su explotación comercial supondrá un retorno de un millón de euros anuales.