«Faltó colmillo»

Francisco J. Chavanel

El principal activo electoral del PSOE, tocado del ala por el ‘chanismo’

Tómalo como quieras pero no puedes perder contra una megastar como Chano Franquis, dueño absoluto de la Agrupación Local de Las Palmas durante lustros, por siete votos de diferencia. Puedes hacerlo por cincuenta o por cien, y entonces te hubieran dicho que iluso fuiste al jugarte tu futuro político en una decisión no amparada en el sentido común; habríamos escuchado palabras sobre tu ingenuidad o tu falta de cálculo, seguramente te arroparían como a un niño pequeño que apunta aptitudes pero no suficiente conocimiento.

¿Perder por siete votos de diferencia? ¿Quién fue el responsable de llevar la contabilidad? ¿Cómo es posible que Franquis impidiera el voto de las Juventudes Socialistas y nadie dijera ni pío? ¿Cómo es posible que no fueran a votar siete miembros -siete precisamente- de la cofradía del Voleibol de Juan Manuel Campos? Sabemos que llamaron a Campos para recordarle sus subvenciones, sus orígenes y lo que le podría pasar, y sabemos que Campos mantuvo su palabra hasta el final, ¿pero esos siete? ¿Qué les pasó? ¿Se pusieron repentinamente enfermos o un José María cualquiera les hizo ver que hay vida después de Augusto, incluso una vida más fecunda?

Sigo preguntando: ¿Cómo es posible que la mesa responsable de la votación la controlaran personas afectas a Franquis? Y ¿cómo es posible que determinados votantes de Hidalgo estuviesen de viaje ese día? ¿Es que no tenían ni idea de lo que se estaba jugando en esa agrupación? ¿Nadie les hizo ver de lo relevante que era que no se movieran en esa fecha de aquí?

Me encanta el buen rollito. Soy un seguidor empedernido. Me encanta la mariguana, el buen rollito, y una conversación suave al anochecer. Me encanta siendo todo eso una pérdida de tiempo. Pero si practicas el buen rollito, si te dedicas a poner la otra mejilla, si vas integrando todo el rato hasta el punto de que buscas integrar lo que te desintegra, lo que suele pasar al final es que el suelo se abra en el momento definitivo para que de allí salgan unos cuantos sicarios profesionales dispuestos a clavarte unos cuantos puñales donde más duele, aunque eso sí: tan delicadamente que ni te das cuenta. Con buen rollito.

Y esto es lo que tenemos: el principal activo electoral del PSOE canario tocado del ala por la moción de confianza de un señor que lo quiere controlar completamente todo. ¿Piensan que lo sucedido no lo van a utilizar los adversarios políticos del hoy alcalde en las próximas elecciones? Ya los oigo: ¿Van a votar ustedes a un político que no toma decisiones por sí mismo, que lo tiene que consultar todo con el partido?
 

La campaña de Ibarra sobre el gas para tranquilizar a Morales y quitarle votos a Hidalgo

Hablando de controlar. Jueves, día electoral. Rueda de prensa de Luis Ibarra, autoridad portuaria de Las Palmas. Iba del consejo de administración finalizado minutos antes hasta que, de repente, de forma inopinada, dice: “yo quiero hablar del gas”. Sorpresa general. El presidente de la autoridad portuaria tiene un asunto en la cabeza que no le permite pensar en otra cosa. E Ibarra suelta: “Estoy en contra del aire propanado, no es interesante para una ciudad como Las Palmas de Gran Canaria, no veo su utilidad”.

Ibarra, estupendo presidente portuario, hombre sensato y afecto a Franquis y a Angel Víctor Torres, le está respondiendo en realidad al titular de la portada de “La Provincia” en esa fecha. Y lo está haciendo a unas cinco horas del comienzo de la votación en la Agrupación Socialista. Está enviando un mensaje contra la candidatura de Hidalgo. El titular de La Provincia, a cuatro columnas, no deja lugar a la duda: “El Ayuntamiento de LPGC favorable a la entrada del aire propanado”. Exactamente lo mismo que había afirmado Hidalgo tres días antes en “El Espejo Canario”.

¿De qué habla Ibarra? “Nosotros, el partido, los ungidos, los que tenemos tatuada la marca PSOE de toda la vida, los que estamos en el poder efectivo, en el Cabildo, aquí en el Puerto, los que mandamos, somos los que decidimos sobre lo im-por-tan-te, y el gas no es asunto menor si por medio está el pacto con Antonio Morales en el Cabildo”. Esa es la traducción. Morales le pidió a Torres que frenara a su partido en este sensible asunto, e Ibarra mandó el mensaje que le convenía a Morales y a su compañero Chano Franquis. Al día siguiente de la votación “el candidato virtual”, Miguel Angel Pérez del Pino, ganador de las elecciones sin casi hacer campaña -la campaña, sobra decirlo, se hizo como manda la biblia del chanismo, voto a voto, promesa a promesa, intimidación a intimidación, subterránea y estrictamente pesebrista- remachó las palabras de Ibarra: “Estamos en contra del gas”. Para que se quedara tranquilo Antonio Morales. Para que supiera que, ya ganadores, se disponían a controlar a Hidalgo, pese a ser él el que tiene la potestad de la firma. Pero ya le están anunciando lo que viene: una crisis de caballo dentro del Ayuntamiento si no se aviene por las buenas.

Este es el Partido Socialista que tenemos: hay que mantener todos los pactos que se disfrutan en estos momentos al precio que sea. Ya es un partido bisagra. Aceptar las peticiones de Coalición Canaria para sostenerse en cabildos y ayuntamientos, y asumir los disparates de Morales como propios aunque te radicalicen y parezcas un “nonista” cualquiera. Digo yo que para ese trabajo Hidalgo es perfecto. Ha gobernado durante tres años una ciudad dificilísima con Podemos y Nueva Canarias. Lo ha hecho con inteligencia y con habilidad. En otro partido merecería un premio.

¿Premio? Sería en otro partido donde determinados líderes no se comprometieran con ciertos negocios, y ciertos mangantes, por su cuenta y riesgo, al margen del partido que dicen proteger y representar.
 

Ganar por siete produce alivio pero no da seguridad a los candidatos a las Primarias

Conclusión: a) A Hidalgo le faltó colmillo para ganar; b) Muchos son los secretos que guarda Chano Franquis para ir a una guerra que a él también le erosiona: siete votos de diferencia son tan malos para su colmillo como para un Hidalgo desdentado; c) ¿Dónde está la renovación del Partido Socialista? ¿Son Franquis y Torres los renovadores del socialismo en Canarias? Que venga Pedro Sánchez y que lo explique; d) Si el futuro del PSOE es mimetizarse con sus socios allí donde gobierna, ¿por qué votarle? ¿No es mejor votar directamente a quienes mandan sobre ellos?

Y e) Después de los excesos de Patricia Hernández todo estaba aparentemente tranquilo con un dominio de la situación por parte de Gran Canaria. ¿Será así en las Primarias al Cabildo y al Gobierno de Canarias? Recuerdo: la guerra contra Hernández la ganó el dúo Franquis/Torres por un 60% a un 40% en todas las islas menos en Tenerife. Franquis ganó la suya particular a la secretaría insular por un margen más estrecho, señal de que ya se le discutía (54% a un 46%), y ahora vence por siete votos a un alcalde que no tenía seguidores hasta hace unos días. ¿Qué ocurrirá cuando Franquis presente su candidatura al Cabildo y Torres al Gobierno de Canarias? ¿Pueden las demás islas estar completamente seguras del liderazgo grancanario? Y algo más: ¿podrá demostrar Torres a las bases de que su persona es autónoma e independiente de Franquis cuando permitió que un hombre de su confianza se enfrentase a Hidalgo?